La Argentina culminó de manera "exitosa, con los objetivos propuestos cumplidos en un 100%" su participación en las reuniones de las Conferencias de las Partes de los convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo (Brscops 2023, por sus siglas en inglés), expresó el subsecretario de Agricultura, Delfo Buchaillot.
La Brscops 2023 tuvo lugar hasta ayer en Ginebra, Suiza y consistió en 11 jornadas de trabajo "con arduos debates y negociaciones entre las partes" sobre cómo mejorar la gestión mundial de sustancias químicas y residuos en base a lo establecido en los tres convenios consensuados, dijo Buchaillot a través de una publicación de Twitter.
El Convenio de Estocolmo es el único de los tres que elimina o restringe la producción y el uso de sustancias químicas; el de Basilea se centra en la identificación de sustancias peligrosas en los residuos; y el de Rotterdam se centra en las sustancias peligrosas en el comercio internacional.
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"En el plenario de la última jornada no se listaron en el Anexo III los productos por los cuales pedimos, y en la votación final del Convenio de Rotterdam tampoco se aprobó la Enmienda del convenio mediante la cual la Unión Europea y otros 14 países solicitaban la creación del Anexo VIII", detalló el funcionario.
El Convenio de Rotterdam se aprobó en Argentina a través de la Ley 25.278 y entró en vigor en 2004, alcanzando a productos químicos industriales y plaguicidas prohibidos o rigurosamente restringidos y a las formulaciones de plaguicidas extremadamente peligrosas.
En cuanto al Anexo VIII sobre productos químicos que no pueden lograr el consenso entre las partes, Nigeria fue el país que solicitó la votación sobre la propuesta de agregarlo, pero no alcanzó la mayoría necesaria de votos (75%) ya que de 132 presentes y votantes, 92 votaron a favor.
Al respecto, Buchaillot explicó: "Nuestra postura respecto al Anexo VIII generó aceptación entre muchas de las partes, lo que permitió cumplir el objetivo, preservando en todos los acuerdos el principio de consenso, que es la base de la Conferencia de las Partes".
El mismo busca promover la responsabilidad compartida y los esfuerzos conjuntos de las Partes en la esfera del comercio internacional de ciertos productos químicos peligrosos, a fin de proteger la salud humana y el ambiente.
Entre sus principales objetivos se destaca la promoción de responsabilidad compartida y esfuerzos conjuntos de las Partes en el comercio internacional de ciertos productos químicos peligrosos para proteger de posibles daños la salud de los seres vivos y el ambiente.
Contribuir al uso ambientalmente racional de estas sustancias facilitando el intercambio de información acerca de sus características y establecer procesos de adopción nacional de decisiones sobre la importación y exportación de dichas sustancias, difundiendo esa información a las partes, son otros de los fines del Convenio.
Con información de Télam
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