Agentes especializados de la Dirección General de Aduanas (DGA) desarticularon una maniobra insólita mientras realizaban controles habituales en la Triple Frontera: una ciudadana de Paraguay intentó ingresar al país con un auto totalmente acondicionado para el contrabando. La mujer transportaba más de 6.000 productos escondidos en los laterales traseros, en la zona del airbag y en el torpedo del vehículo.
El valor estimado de la mercadería asciende a $7.806.134, por lo cual excedía ampliamente la franquicia contemplada en el régimen de equipaje para ingresos por vía terrestre, de USD 300 por persona. Sin embargo, la cantidad y variedad de los productos hallados permite presumir que estaban siendo importados con fines comerciales, lo cual prohíbe su ingreso por la vía del mencionado régimen simplificado.
La insólita excusa de la ciudadana paraguaya
El procedimiento comenzó cuando la conductora llegó al puesto de control aduanero junto a su hijo menor de edad en una camioneta Renault Captur de matrícula argentina. Ante las preguntas de rutina, la mujer contó que había ido a Paraguay a visitar familiares, pero que vivía en Eldorado, Misiones. “¿Compras? No, nada. Sólo fui a visitar a mi familia”, aseguró. Sin embargo, al inspeccionar el vehículo, el personal aduanero notó signos de adulteración en el baúl.
En ese momento la actitud de la conductora cambió y se puso sumamente nerviosa, según informaron desde la Aduana. Los agentes de la DGA le preguntaron a qué se debía la anomalía del vehículo y terminó confesando: “La camioneta está llena de productos de electrónica”.
Tras el testimonio de la mujer, el personal del organismo decidió realizar una inspección más profunda y utilizar un método no intrusivo de control: el escáner aduanero. Las imágenes mostraron objetos no coincidentes con la forma original del rodado en los laterales traseros, en el torpedo y en la zona del airbag.
Así, procedieron a revisar los lugares identificados en el escáner, para lo cual fueron desarmando esas zonas del vehículo. En efecto, encontraron un sinfín de productos de telefonía celular envueltos en bolsas de nylon. Durante la inspección, el personal del organismo encontró 71 celulares de marca Xiaomi, 720 fundas para teléfonos, 3.000 flex de carga, 105 módulos de pantalla para teléfonos móviles, 1.000 ringers/campanas para celulares y 1.300 bandejas porta tarjetas SIM.
La Dirección General de Aduanas presentó la debida denuncia ante el Juzgado Federal de Eldorado, que ordenó el secuestro de la mercadería. En los términos del artículo 977 del Código Aduanero podría caber una multa de $23 millones.