La Aduana incautó una colección de monedas y billetes de destacado valor histórico valuada en más de 120.000 de dólares, que intentaba ser ingresada desde Uruguay en forma clandestina por dos ciudadanos argentinos, en el control de un buque proveniente de Colonia, Uruguay. El procedimiento consistió en un control vehicular en el desembarque del Superferry Express. La inspección, que contó con la participación de un can aduanero, se centró en un vehículo marca Chevrolet.
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En un comunicado oficial, el organismo que dirige Guillermo Michel informó que, previo al arribo del buque, había recibido una alerta de Interpol ya que el ciudadano referido tenía en curso tres causas penales. Por su parte, la Aduana constató que había recibido, meses atrás, un oficio judicial electrónico relacionado con la misma persona. El mismo se enmarcaba en la Ley de Bienes Culturales (Ley N° 25.743), justamente por cuestiones relacionadas con la importación de piezas numismáticas.
Por este motivo, los agentes aduaneros tenían previsto examinar especialmente el vehículo de la pareja, que inicialmente negó tener bienes para declarar. Igualmente, el personal de la Aduana procedió a revisar el baúl con el apoyo del can, que enseguida se comportó como si estuviese en presencia de estupefacientes y/o divisas. Ante ello, los inspectores realizaron un control más exhaustivo del equipaje, que resultó en el hallazgo de una copiosa cantidad de billetes y monedas de diferentes países del mundo.
Luego, encontraron más piezas de colección en el espacio de la rueda de auxilio del vehículo. Ante el hallazgo, los pasajeros confirmaron que, efectivamente, la mercadería hallada era de su propiedad.
De manera inmediata, la Aduana secuestró la mercadería descubierta, ya que todo indicaba que excedía largamente tanto la franquicia contemplada en el régimen de equipaje para ingresos por vía fluvial (300 dólares por persona) como el límite de ingreso de moneda (10 mil por persona).
Dada su gran cantidad y diversidad, la verificación y aforo de la mercadería sigue en proceso, pero el valor de lo relevado hasta el momento supera los 120.000 dòlares.
Seguidamente, se dio comunicación a la Justicia Penal Económica, que ordenó, además del secuestro de la mercadería, tomar muestras fotográficas de los billetes y las monedas asegurando que se vieran sus números de serie, tomar huellas dactilares e informar antecedentes de los involucrados y, finalmente, tanto disponer la prohibición de salida del país de éstos.
El material secuestrado, en efecto, quedó a resguardo de la Aduana, que lo dispuso en ocho cajas de cartón debidamente cerradas y firmadas. Hasta ahora han sido relevadas cinco. De acuerdo con lo informado, el operativo concluyó en el secuestro de una gran cantidad de piezas de notable valor histórico, como una serie de billetes ucranianos y alemanes que datan de los años de la Segunda Guerra Mundial, que eran utilizados en los campos de prisioneros del régimen nazi.
Uno de los billetes llevaba inscripciones que, traducidas al español, indican: "Este bono solo es válido como medio de pago para los prisioneros de guerra y solo podrá ser gastado y recibido por éstos dentro del campo de prisioneros de guerra o en el caso de jornadas laborales en las oficinas de compras expresamente designadas a tal efecto. Solo podrá ser canjeado por moneda de curso legal en la oficina de gestión del almacén correspondiente. Los infractores, imitaciones y falsificaciones serán sancionados.
Por otro lado, especialistas en numismática de la Aduana llevan identificadas varias piezas de valor elevado: con cerca de la mitad de la colección relevada, la de mayor cotización es un billete de Puerto Rico de 5 dólares, del año 1909, cuyo valor asciende la impactante suma de 1750 dólares. También se halló uno de 1 franco, de la isla de Martinica (del año 1947), valuado en 1100 dólares. A su vez, un billete chileno de 1 peso de 1879, vale nada menos que 1000 dólares.
También se identificaron monedas que se remontan al Siglo XVIII. Emitidas en 1785, pertenecen al reinado de Luis XVI, quien poco después sería derrocado por la revolución francesa y ejecutado.