El equipo económico consiguió que Qatar le preste los Derechos Especiales de Giro (DEG) a Argentina para el pago de este viernes al FMI, por unos 775 millones de dólares, luego de algunos meses de gestión en las sombras y previendo que podía darse este escenario de urgencia a días de las elecciones 2023.
En objetivo fundamental del Ministerio de Economía era pagar los vencimientos de esta semana con el Fondo, por unos USD 3.400 millones, pero sin utilizar reservas en dólares. Es decir, para evitar mayores riesgos alrededor del tipo de cambio, Argentina debía mostrar a los mercados capacidad de pago en tiempo y forma, pero sin debilitar más las reservas netas, hoy negativas en más de 8.000 millones de dólares.
El último lunes, esto se logró mediante una mezcla de uso de yuanes del swap con China y un préstamo de la CAF por 1.000 millones de dólares. Para el vencimiento de intereses de este viernes se apeló a otra forma de "creatividad", como le gusta decir al propio Sergio Massa: el préstamo temporal de DEG de parte de otro país, disponibles luego de que el FMI los liberara a todos los países, sin contraprestación, durante 2021 en el contexto de la pandemia.
Aunque Guillermo Michel, titular de la Aduana, dijo que Massa tuvo "la capacidad de resolver un crédito en Qatar en menos de 48 horas", en verdad la identificación de posibles prestamistas de DEGs comenzó a tejerse en el Gobierno hace un par de meses, cuando empezó a crecer la posibilidad de que el FMI no girase a tiempo los fondos para pagar los vencimientos de junio y julio.
En este contexto, Qatar surgió como un candidato posible por diferentes razones (ninguna de ellas relacionada a la obtención de la tercera copa del mundo ante Francia en ese país en diciembre de 2022). Para empezar, incluso antes de asumir como ministro, Massa estuvo tejiendo una relación cercana con los países árabes, especialmente Qatar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.
Por ejemplo, el precandidato presidencial de Unión por la Patria había programado un viaje a Qatar para agosto de 2022, ya en los días previos a tomar posesión formal de su actual cargo, aunque finalmente esa parte de la gira no se concretó por motivos de agenda. Más recientemente, en junio pasado, se reunió con los embajadores representantes de la Liga de Estados Árabes para profundizar las relaciones con estas naciones.
Además, para el país árabe se trata de una operación de bajo costo y alta ganancia. Básicamente, porque 775 millones de dólares no es un monto significante para las arcas de Qatar. En ese sentido, en el Gobierno sostienen que los qataríes creen que Massa puede ganar las elecciones. Si ese fuera el caso, ya habrían logrado poner un pie en Argentina a un precio menor.
La negociación fue llevada adelante por todo el equipo económico en secreto, no solo ante toda la opinión pública sino, especialmente, frente a los referentes de Juntos por el Cambio. Sucede que quien también tiene fuertes lazos con Qatar es el expresidente de la Nación -y actual presidente de la Fundación FIFA- Mauricio Macri, por lo que la meta era cerrar el préstamo sin que los dirigentes opositores tuvieran tiempo de ir a boicotearlo, como ya hicieron anteriormente con el propio FMI.
Lo cierto, más allá de estos elementos, es que el panorama para obtener los DEGs de aliados cercanos como Brasil lucía complicado ante las reticencias de ayuda financiera en el último tiempo. Por ejemplo, en mayo pasado fracasó la posibilidad de financiar las importaciones brasileñas en reales, mientras que, esta misma semana, el gobierno de Lula da Silva fue uno de los que más duros se mostró para que la CAF apruebe el préstamo puente a Argentina para hacer frente al vencimiento de capitales del martes con el FMI.