No hay nuevo acuerdo con el FMI: Milei embarró la negociación y forzó la salida de Valdés

El organismo internacional corrió oficialmente al funcionario chileno de las conversaciones con Argentina, pero ratificó que no hay charlas por un nuevo programa. Además, respaldó el veto a los jubilados y se refirió a las metas de la próxima revisión.

12 de septiembre, 2024 | 12.28

El presidente Javier Milei terminó por embarrar la relación con el FMI y forzó, con sus declaraciones, el corrimiento oficial del director del Departamento del Hemisferio Occidental, Rodrigo Valdés, de las negociaciones con Argentina. En ese contexto, el Fondo ratificó que no se encuentra en conversaciones por un nuevo programa que provea fondos frescos al Gobierno. Aun así, el organismo ratificó que el país alcanzará los objetivos para la próxima revisión, a fin de mes, y respaldó el veto a la nueva ley de movilidad jubilatoria.

Hace algunos meses, Milei había salido sorpresivamente a criticar a Valdés por su supuesta ideología de izquierda, que, según denunció, lo llevó a tener "complicidad" con la gestión de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía y "permitirle todo" pese a no cumplir con las metas del programa.

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

En ese sentido, el jefe de Estado lanzó primero, a fines de junio, que el Banco Central tenía cuatro puntos del PBI de pasivos, lo cual, "no solo es responsabilidad del gobierno anterior sino de un técnico del FMI que hizo la vista gorda con esto, alguno con vínculos con el Foro de San Pablo", dijo en referencia a Valdés, exministro de Hacienda de Michelle Bachelet en Chile.

A inicios de julio, el Fondo salió a respaldar oficialmente a Valdés al ratificarlo como supervisor de las negociaciones con Argentina. Pero, a fines de ese mes, Milei redobló la apuesta: “Hubo complicidad del jefe de la misión Argentina del FMI con el Gobierno anterior. Rodrigo Valdés tiene mala intención manifiesta. No quiere que le vaya bien a Argentina. Él tiene otra agenda. Nosotros somos sobrecumplidores con todos pero prefirieron apoyar el desastre de Massa. ¿Por qué el FMI le permitía todo a Massa? Nosotros sobrecumplimos todo y todo el tiempo están poniendo peros. Avalaba todo el desastre de Massa y a nosotros nos hace los que nos hizo”, disparó en ese momento.

Finalmente, este jueves el Presidente logró correr a Valdés de la supervisión del programa y las conversaciones con Argentina. "Para apoyar mejor el compromiso constructivo en curso con las autoridades argentinas, el director del Hemisferio Occidental, Rodrigo Valdés, ha delegado completamente las negociaciones del programa a Luis Cubeddu, subdirector del departamento del Hemisferio Occidental, y a Ashvin Ahuja, jefe de la misión de Argentina", anunció la vocera del FMI, Julie Kozack, en su conferencia de prensa habitual, de la que participó El Destape. En ese sentido, explicó que el trabajo de Cubeddu y Ahuja será "directamente supervisado por la gerencia del Fondo", es decir, puenteando a Valdés.

La relación del Gobierno con el FMI tras el corrimiento de Valdés

Más que un triunfo limpio de Milei, se trata de un nuevo factor de ruido en las negociaciones del FMI con el país. Básicamente, el Fondo quedó ahora en una posición incómoda al verse obligado a desplazar de las conversaciones con Argentina a uno de sus mayores funcionarios, manchado por las acusaciones políticas del Presidente.

Aunque el organismo ratificó que Argentina cumplirá las metas de la novena revisión (pendiente desde junio), la verdadera medida del efecto del corrimiento de Valdés estará dada por lo que Milei realmente quiere: el envío de nuevos dólares que permitan la salida del cepo cambiario. Al respecto, Kozack ratificó hoy que "las discusiones técnicas se están desarrollando en el contexto del actual Programa de Facilidades Extendidas". En otras palabras, el FMI confirmó que no hay conversaciones por un nuevo programa que implique desembolsos extra, algo que ya había admitido el Gobierno en las preguntas que el jefe de Gabinete contestó a los Diputados la semana pasada.

Lo irónico es que Milei acusó a Valdés por haber aprobado revisiones con Massa de ministro de Economía cuando las metas no lo ameritaban, pese a que lo mismo probablemente ocurra con él.

"Desde el cierre exitoso de la octava revisión (en junio pasado), las autoridades argentinas continuaron implementando el programa y los datos de mediados de 2024 sugieren que la meta fiscal y la de reservas se cumplieron", afirmó Kozack. Se refería, en verdad, a las metas de junio pasado, ya que la novena revisión todavía no fue aprobada. La aprobación de la octava revisión, que se realizó a mitad de ese mes, abarcaba al trimestre previo.

Pero desde entonces, en los últimos tres meses, el Banco Central perdió unos 4.000 millones de dólares en según reportes privados, por lo que está cada vez más lejos de cumplir con la meta de reservas prevista para septiembre, en el marco de la siguiente revisión a la que está actualmente en curso. Según el último cálculo del grupo GERES, al 7 de septiembre todavía restaba la acumulación de 1.079 millones de dólares antes de fin de mes para que se logre el objetivo formal del programa (8.700 millones de dólares más de reservas netas que las que había el 10 de diciembre). En lo que va del mes, el balance total muestra que el BCRA perdió un total de 32 millones de dólares. 

Es probable, por lo tanto, que el Fondo, tras aprobar la novena revisión relativa a los números de junio, termine aprobando la siguiente revisión por una cuestión de apoyo político al país, como justamente había hecho durante la gestión de Massa en más de una ocasión. En ese caso, sería la primera vez en la era de Milei que el organismo debe o bien otorgar un waiver (o "perdón" por haber tenido una desviación menor en alguna meta) o bien modificar sobre la marcha la meta misma. Contrariamente a la meta de reservas, las otras dos, de equilibrio fiscal y financiamiento del Banco Central al Tesoro, no corren riesgo.

Más allá de esto, Kozack dio una muestra de apoyo político del FMI hacía al Gobierno al respaldar el veto de Milei a la ley de movilidad jubilatoria. "Tomamos nota de los recientes desarrollos en el Congreso (...) y coincidimos con los objetivos del Gobierno de reforzar la sustentabilidad del sistema previsional mientras también se protege el valor real de las jubilaciones para los de bajos ingresos", afirmó en ese sentido.

Con todo, el guiño realmente esperado por Milei todavía no llega. A mitad de junio, Luis Caputo había afirmado que era inminente el inicio de conversaciones por "un nuevo programa" con el Fondo. A mediados de julio, insistió al decir que “estamos empezando hablar del nuevo acuerdo, pensar (alcanzarlo) en septiembre es mucho, pero seguro este año”. Por ahora, estas aseveraciones siguen en la nada.

LA FERIA DE EL DESTAPE ►