Luego de haber llegado a un acuerdo con el staff del FMI, el Gobierno cancelará un segundo vencimiento de deuda con el organismo, esta vez por U$S 360 millones. El giro de dinero hacia el Fondo significará un nuevo golpe a las arcas del Banco Central, aunque está pactado el reintegro de los montos por la firma del entendimiento.
En este caso, se trata de un pago de intereses que, sumado al de U$S 730 millones el viernes, representan casi U$S 1100 millones que debilitaron las reservas del Central en una semana. El último pago se realizó en parte con el remanente de los Derechos Especiales de Giro que había enviado el Fondo en agosto.
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Aún así, todos los pagos que se efectuaron en los últimos meses serán reintegrados con los nuevos desembolsos del programa, según aclaró el ministro Martín Guzmán al anunciar el acuerdo en el Palacio de Hacienda. Cabe recordar que los desembolsos serán trimestrales, a cuenta de las revisiones periódicas del Programa de Facilidades Extendidas. Sin embargo, no serán exactamente iguales y el primero podría ser mayor por el regreso de los U$S 4.350 millones que recibió el año pasado en DEG y que se utilizaron para pagar vencimientos al FMI.
En marzo, habrá un vencimiento de capital por U$S 2900 millones con el FMI pero el Gobierno prevé tener un acuerdo totalmente cerrado.
Cómo serán las revisiones trimestrales del FMI
En una entrevista concedida a Página 12, Guzmán explicó cómo será la operatoria de monitoreo por parte del FMI cada tres meses. En este sentido, precisó: "Hay tres criterios de desempeño. El resultado fiscal, las reservas internacionales y la emisión monetaria. Y en cada revisión hay asociado un desembolso".
"Si no se cumple con las metas, hay una negociación que se conoce como waiver, una dispensa, que puede pasar también porque todo acuerdo se hace sobre ciertos supuestos en un momento dado, y no sería inesperado que todo el tiempo tuvieran que ir adaptándose las condiciones a las circunstancias que se van dando", añadió.
En otro aspecto. remarcó que "cada uno de esos desembolsos, que son deuda, se empieza a pagar cuatro años y medio después, y se paga en 12 cuotas semestrales". Es decir, "cada desembolso se paga en un período de entre cuatro años y medio y diez años", apuntó el ministro.
Para 2022, el Gobierno deberá bajar el déficit de cerca del 3% del PBI a 2,5%, es decir una disminución de 0,5 puntos del Producto. También habrá objetivos exigibles por parte del Fondo para el tamaño de la asistencia del Banco Central al Tesoro en forma de emisión monetaria. Mientras en 2021 fue del 3,7% del PBI; en 2022 se apunta a que sea del 1%.
Apoyo del sector obrero
Al respaldo que hizo la CGT el viernes pasado, en las últimas horas se sumaron más voces desde el ámbito gremial respecto al acuerdo para refinanciar la deuda de US$45.500 millones contraída por la administración de Mauricio Macri. Tanto la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), que conduce el diputado nacional del Frente de Todos (FdT) Hugo Yasky, como el Movimiento Acción Sindical Argentino (MASA) apoyaron la negociación que encabezó el ministro Martín Guzmán con el equipo técnico del Fondo.
La Mesa Nacional de CTA aseguró hoy que el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) evitó que "el país cayese en default y quedara a expensas de una corrida cambiaria y de presiones".
"Los integrantes de la Mesa Nacional coincidieron en que el preacuerdo logrado por el Gobierno con el FMI evitó que el país cayese en default y quedase a expensas de una corrida cambiaria y de presiones económicas y financieras de los sectores dominantes, que el campo popular difícilmente hubiese podido neutralizar", aseguró la conducción gremial en un comunicado, firmado por Yasky y el secretario de Prensa, Carlos Girotti.
La conducción analizó de forma exhaustiva los informes de la secretaría general y del Instituto Centro de Investigación y Formación (Cifra), y añadió que, sin embargo, aún falta conocer "los términos precisos de los memorandos de entendimiento", indicó el documento. "La CTA advierte que las consecuencias de la grave situación heredada de la deuda monstruosa contraída por Mauricio Macri no puede ni debe recaer sobre los trabajadores. Hay que abordar un programa político y económico-social que resguarde los intereses populares y construya las condiciones para que los costos de la crisis los paguen quienes se beneficiaron y fugaron capitales", subrayó.
Por su parte, MASA felicitó gobierno nacional "por el trabajo, el esfuerzo y el compromiso para lograr un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional". El comunicado resaltó que "el presidente Alberto Fernández cumplió con su palabra de defender las políticas sociales y los derechos de los trabajadores".
Omar Viviani, vocero del MASA señaló que “este acuerdo cuida los derechos de los trabajadores activos y pasivos”. Además agregó “el Presidente bregó por cerrar un acuerdo que no implique un ajuste para el pueblo argentino”. Y concluyó: “Una vez más el peronismo se hace cargo de las deudas dejadas por un gobierno neoliberal que nunca pensó en el movimiento de los trabajadores ni en el futuro de Argentina”, concluyó.