El paquete de medidas económicas que anunció el ministro de Economía, Sergio Massa, el último domingo, no fueron consultadas previamente con el Fondo Monetario Internacional, en función de la idea de "gobierno autónomo" que el candidato presidencial de Unión por la Patria pregonó tras sellar el acuerdo con el organismo.
El ministro está intentando paliar el impacto en los ingresos de la devaluación del 22% exigida entre los márgenes de lo acordado tras la renegociación con el organismo para hacer frente a la situación económica, tensionando pero sin romper el acuerdo aprobado formalmente la semana pasada.
En ese sentido, la ministra de Trabajo, Raquel "Kelly" Olmos, afirmó este lunes que “nosotros tomamos estas medidas en virtud de nuestra propia capacidad de decisión”, según respondió ante la consulta de El Destape de si el programa había sido consultado antes con el FMI.
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“Luego de actuar como prestamista de última instancia y atender adecuadamente la situación que tiene la Argentina por esta sequía extraordinaria, el FMI actúa como usurero del barrio que ahora, preocupado por todo lo que le dio a Macri, pretende condicionar más la capacidad de decisión de nuestro Gobierno”, agregó Olmos en diálogo con este portal.
Efectivamente, según pudo saber este portal de fuentes oficiales, el paquete del "Nuevo Programa de Fortalecimiento de la Actividad Económica y del Ingreso" que lanzó Massa el domingo no fue previamente dialogado con el organismo de crédito.
“La Argentina va a ser un país autónomo el día que se saque de encima el triste condicionante que es el Fondo”, había dicho el ministro y candidato durante su viaje a Washington en el que terminó de aprobarse la semana pasada.
De algún modo, esa autonomía que pregonó comenzó a aplicarse durante estos meses electorales, ya que el FMI había pedido no aumentar el gasto real de los salarios de la administración pública, un punto contemplado en la suma fija anunciada el domingo. También había pedido "contener las pensiones", mientras que ayer se resolvió aumentar el bono extra dado con el aumento jubilatorio.
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El punto de los planes sociales, por otro lado, es más flexible, ya que al oficializarse el staff report del acuerdo, la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, afirmó que se debe "proteger el gasto prioritario en programas sociales". De este modo, no queda claro que el organismo tenga una posición contraria al aumento de la Tarjeta Alimentar o del Potenciar Trabajo, por ejemplo.
En cualquier caso, el propio FMI admitió en su staff report que "se espera que nuevas iniciativas impositivas y de gasto, valuadas en aproximadamente un 0,4% del PBI, agreguen presiones fiscales en adelante".
El Gobierno espera que el nuevo paquete tenga un gasto fiscal total de 740 mil millones de pesos, pero que, gracias a la compensación de los ingresos por exportaciones que traerá el fomento industrial y agro incluido en el programa, el costo neto final sea de aproximadamente 290 mil millones de pesos.
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