El próximo se 6 de septiembre el ministro de Economía, Sergio Massa, iniciará un raid ronda de reuniones con empresarios, funcionarios del gobierno estadounidense y autoridades del Fondo Monetario, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Con estos dos últimos buscará acelerar desembolsos de prestamos destinados a infraestructura y proyectos productivos, que permitirían compensar la poda presupuestaria que hizo sobre los gastos capital y corrientes.
La posibilidad de que se aceleren esos desembolsos, como los de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Banco Mundial --a través del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF)--, que suelen tener destinos específicos, permitirá el ingreso de dólares a las reservas; pero además serán, luego de pasados a pesos, fondos frescos que podrán destinarse a grandes obras públicas de infraestructura, que hoy corren riesgo de frenarse.
“El eje central del viaje será la atracción de inversiones en sectores de la economía real, con el propósito de generar puestos de trabajo e ingresos fiscales”, informó esta semana el equipo de comunicación del Palacio de Hacienda. El foco de los nuevos créditos serán para inversiones en sectores vinculados a energía, gas, agroindustria, proteínas, servicios basados en el conocimiento, minoría e ingreso de divisas por turismo receptivo.
Esta semana el equipo económico que conduce el ministro Sergio Massa dispuso un recorte de 128.000 millones de pesos en el cálculo del presupuesto vigente, donde el grueso del tijeretazo es gastos de capital, aunque también hubo ajuste en áreas de Salud y Educación. En su primer discurso tras asumir al frente del Palacio de Hacienda adelantó un esquema de fuerte disciplina fiscal, a la medida de lo exigido por el Fondo Monetario. El mes de julio marcó una vuelta al sendero fiscal de 2,5 por ciento de déficit que acordó el Gobierno con el organismo que conduce Kristalina Georgieva.
En ese marco de reducción del gasto se inscribe la fuerte reducción de subsidios en servicios públicos, el congelamiento de la planta de empleados públicos y el recorte de partidas, principalmente en inversión en capital. En simultáneo, Massa coordinará la relación con los organismos internacionales que prestan a sus países miembros para obras de infraestructura y saneamiento, entre otros objetivos, con lo que podría compensar la poda presupuestaria.
Sólo la semana pasada, la CAF aprobó el desembolso de 740 millones de dólares, equivalente a 106.500 millones de peos (cercano al ajuste presupuestario). De ese monto, 100 millones se utilizarán para financiar la tercera fase del el Programa Nacional Argentina contra el Hambre, 340 millones serán destinados al Programa de Obras Básicas, Primarias y Redes Secundarias para el AMBA y los 300 millones restantes se repartirán entre los programas de Recuperación y Desarrollo de Complejos Agroexportadores para PYMES agroindustriales.
Junto a los principales resortes económicos, Massa coordinará la relación con otros organismos internacionales que prestan a sus países miembro para obras de infraestructura y saneamiento, entre otros objetivos, donde están en juego unos 25 millones de dólares. La "lógica" de cumplir a pie juntillas lo pactado con el FMI es que dichos organismos multilaterales aceleren el giro de divisas para proyectos de infraestructura, Salud y apoyo a programas sociales, lo que le da cierto margen de maniobra al tigrense para destinar recursos propios a otras áreas o quitarlos del presupuesto para alcanzar la meta de déficit que pide el Fondo.
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De acuerdo con cifras oficiales del Palacio de Hacienda, el Banco Mundial aprobó proyectos por 2000 millones de dólares el año pasado y estaban previstos otros 2000 millones en el actual ejercicio (unos 288.000 millones de pesos). Actualmente están en marcha 24 iniciativas con un fondeo de 8400 millones de dólares. El BID tiene una cartera activa de 11.700 millones de dólares en préstamos a la Argentina y la CAF desembolsó ya 3880 millones y Fonplata unos 400 mil dólares. En dicha primera intervención como ministro, Massa prometió unos 3000 millones de dólares de organismo. Sólo el BID tiene una demora de 1200 millones.
Esta semana la Auditoría General de la Nación (AGN) intimó a las unidades ejecutoras (ministerios y secretarías) a explicar los motivos de la subejecución en los programas de los bancos multilaterales incluyen al BID, la CAF y al Banco Mundial. Según reveló Ámbito Financiero, el informe demostró que concentran financiamiento por 6900 millones de dólares. Más de la mitad de la cartera total.
De los proyectos auditados, muchos datan de gestiones anteriores y tienen escaso avance. Hay por ejemplo un crédito del BIRF destinado al Programa de Gestión Integral de los Riesgos en el Sistema Agroindustrial Rural que estaba a cargo del ex Ministerio de Agricultura, que solo ejecutó un 1,2 por ciento del monto presupuestado. También aparece un crédito de Fonplata para financiar un Programa de Mejora Integral para Asentamientos Fronterizos que está a cargo del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, donde se ejecutó el 1,3 por ciento del total.
El BID ofrece préstamos para financiar bienes, obras públicas y servicios para promover el desarrollo social y económico. El recorte presupuestario anunciado la semana pasada para bienes de capital es una reducción de 22.000 millones de pesos.
La CAF se enfoca en fomentar exportaciones, promover el desarrollo sostenible, mejorar la infraestructura vial y educativa, garantizar la seguridad alimentaria y ampliar los servicios de agua y saneamiento. Esta partida se redujo para el plan Procrear, en -50.000 millones de peso; en Fondep, -2200 millones; en infraestructura escolar, en -20.000 millones; en recursos hídricos, -5000 millones y infraestructura escolar y ambiental, -6500 millones, según cifras de la Oficina de Presupuesto del Congreso.
El Banco Mundial ofrece préstamos, garantías, productos de gestión de riesgos y servicios de asesoría a los países de ingreso mediano y a los países de ingreso bajo. Por ejemplo, en el país financia proyectos de desarrollo mediante préstamos tradicionales, créditos sin interés y donaciones. Los casos más emblemáticos son la modernización de la línea ferroviaria de pasajeros Buenos Aires - Belgrano y la Cuenca Matanza-Riachuelo. La reducción presupuestaria prevista la semana pasada en inversión real directa será de 18.475 millones de pesos.
Para avanzar con alternativas para mantener el crédito destinado a obras de infraestructura, con financiamiento a través de herramientas que queden fuera del alcance de los recortes, Massa creará un fideicomiso denominado Programa de Inversiones Estratégicas por 100.000 millones que funcionará en la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES). El organismo financiara obras que dinamicen la economía, que pueden ser tanto de origen público como privado, ratificaron desde Economía.
Reactivar estos créditos y acelerar los desembolsos rezagados le permitiría al Gobierno sumar reservas y, además, compensar en parte la reducción de los gastos de capital y servicios, por 128.000 millones de pesos (aunque no los corrientes, con los cuales la suma asciende a 210.000 millones).
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