Cae la construcción por segundo mes y los ojos están puestos en la obra pública

Uno de los motores de la actividad económica, como lo es la construcción, registró un descenso por segundo mes consecutivo. Según los datos difundidos por el Indec, la caída interanual de mayo fue del 2,9% y en el acumulado del año ya se registra un resultado negativo del 1,9%. La obra pública aparece en escena como damnificada. Los empresarios vinculados a este sector ratificaron que los inconvenientes pasan por los atrasos en los pagos por parte del Ministerio de Economía, sumado a los altos costos de los insumos y la caída general de la actividad. Así lo expresaron a través de la encuesta cualitativa que también difunde el Indec.

Desde la conducción de la Cámara Argentina de la Construcción (Comarco), a cargo de Gustavo Weiss, reivindicaron que durante la actual administración la inversión en obra pública haya alcanzado cerca del 1,5% del PBI. Sin embargo, desde hace varios meses se escuchan algunas críticas, aunque expresadas en voz baja. Durante la última convención de Comarco, primo la camaradería entre Weiss y Massa.

“A medida que fue avanzando el año pasado comenzó a notarse un retraso en los pagos de la obra pública y dificultades para las redeterminaciones de precios de las licitaciones. Esa situación es mucho más fuerte ahora, los retrasos ya generan complicaciones”, había manifestado Weiss en diálogo con El Destape. En su estrategia por achicar el déficit ante la cara de los funcionarios del FMI, Massa pateó pagos hacia adelante, abultando el concepto de deuda flotante.

Lo expresado por el titular de Comarco coincide con las respuestas que los empresarios vinculados a la obra pública ofrecieron en la encuesta cualitativa del sector difundida por el Indec. Del total de casos relevados, un 53% sostuvo que el actual nivel de actividad no cambiará durante el período junio-agosto de 2023, mientras que un 30% afirmó que seguirá disminuyendo. En el informe de abril, un 47% había respondido que no vislumbraba cambios a futuro. Es decir, esa mirada pesimista tuvo un incremento de 6 puntos porcentuales.

¿Cuáles fueron los motivos para considerar que no habrá mejoras en la actividad? Entre las principales explicaciones aparecen los atrasos en la cadena de pagos (28,3% de las respuestas), la inestabilidad de los precios (25,3%), la caída de la actividad económica (21,9%), y los altos costos para la construcción (15%) vinculados al proceso inflacionario.

Insumos

Durante mayo, el consumo de asfalto registró una caída del 9,6%, y en el año acumula una merma del 4,4%. En el caso del consumo de hierros redondos y aceros, la baja durante el quinto mes del año fue del  8,3%. En ladrillos huecos, el resultado negativo fue del 15%, con una disminución acumulada del 16%. En cales, el descenso estuvo en el orden del 8,7%, con una merma acumulada del 8,1% y en el caso del yeso, la caída fue del 5,9%. Cada uno de estos insumos son claves en el entramado de las obras públicas que se ejecutan en todo el país.

Según el Instituto de Estadística y Registros de la Industria de la Construcción (Ieric), el consumo de cemento registró en mayo una caída del 1,5% interanual, la segunda en forma consecutiva y la tercera en los últimos 4 meses.

El cemento que se despacha en bolsa suele utilizarse en refacciones o viviendas de menor porte, mientras que su comercialización a granel es destinada a obras de infraestructura y obra pública. Las ventas de este insumo en bolsas se redujeron un 6,7% para abril, último dato consolidado según Ieric. En el caso de las ventas a granel, se registró un crecimiento del 6,3%.

“La diferencia se arrastra ya desde hace algunos meses, y por tanto se expresa también en la tasa de crecimiento interanual acumulada. Mientras la del consumo a granel ascendió al 14,8%, la del realizado en bolsa fue de apenas el 1,2%”, puede leerse en el último informe del Ieric.

Reajuste del gasto público

Desde agosto del año pasado, la actividad de la construcción ofrece indicadores mensuales con signos de un freno en la actividad. Entre agosto y diciembre, los resultados mensuales fueron todos negativos, dando cuenta del freno económico gestado para la segunda parte del 2022, en coincidencia con la llegada de Sergio Massa al ministerio de Economía y la ejecución de un recorte del gasto público en términos reales. Solo en los últimos cuatro meses del 2022, la caída real del gasto fue del 40%, según esbozó el propio Massa.

En el inicio del 2023, los movimientos mensuales fueron dispares. En enero, se había registrado una suba mensual de la actividad del 3,9%, mientras que en febrero hubo una caída del 2%. Luego continuaron dos alzas consecutivas del 4,2 y 3,2 por ciento entre marzo y abril, respetivamente. En mayo, volvió a registrarse una caída mensual. En el acumulado enero – mayo de 2023, el descenso llegó al 1,9% comparado con el mismo período del 2022.

Estos datos dan cuenta que uno de los principales motores de la economía, como lo es la construcción, ya sea por su tracción hacia otras industrias vinculadas a los insumos claves o por su capacidad de contratación, no es lo que solía ser.

De acuerdo al análisis de la Oficina de Presupuesto del Congreso, la caída real del gasto público fue del 9,1% interanual durante junio. En el caso de los gastos de capital, las transferencias hacia las provincias resultaron un 20% menos que el año pasado.

Las funciones presupuestarias vinculadas a los gastos de capital que resultaron más impactadas por el ajuste que lleva adelante Massa fueron las siguientes: obras de saneamiento (-21,0% interanual real) y vivienda (-18,2%); partidas destinadas a Fondos Fiduciarios (-63,5%), y sobresale la caída de las transferencias al Procrear (-89,1% interanual).