El dato de julio para la actividad sorprendió por lo positivo: la economía creció 2,4% desestacionalizado contra junio. A pesar de que 2023 refleja una baja de casi 2%, la caída interanual se moderó fuertemente porque empieza reducirse el efecto negativo que produjo la sequía sobre el sector agropecuario.
Contra un año atrás, la caída fue del 1,3%, mucho menor que el 4,7% registrado en junio. En siete meses, el indicador promedia una contracción del 1,8% anual. En el desagregado sectorial se observa que el Agro cayó 14% anual, exhibiendo una mejora significativa respecto a los tres meses anteriores, que había caído 40% anual en promedio. En julio, tan solo restó 0,8 puntos al crecimiento anual contra 3,3 puntos en junio.
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Del informe también se destacó la industria con una caída de 3,7% anual, la cual restó 0,6 puntos al crecimiento general del índice. En contraposición, los sectores más tradicionales como construcción y comercio permanecieron invariantes (0%) respecto un año atrás. Con relación a igual mes de 2022, once sectores de actividad que conforman el indicador registraron subas en julio, entre los que se destacaron Pesca (+20,5%) y Explotación de minas y canteras (+7,1%). Por último, hubo un gran el crecimiento de Minería: 7% anual, siendo el sector con mayor crecimiento anual acumulado (8,4%).
¿Se rompe la tendencia?
Con el dato de julio, la economía creció luego de cuatro meses consecutivos de caída. De acuerdo a la consultora LCG, recuperó parcialmente la caída acumulada en dicho período (2,4 puntos de los 3,2 puntos perdidos) y opera 0,5% por encima del nivel de diciembre 2022.
Para agosto probablemente se sentirán los efectos de un contexto más complicado, dado que el consumo tenderá a moderarse ante la caída del salario real post devaluación impuesta por el FMI. Luego de apreciar el tipo de cambio, el Gobierno lanzó un paquete de instrumentos para recuperar ingresos para volver a dinamizar el nivel de compras. Ahora resta esperar si los efectos deseados llegan a tiempo.
En poco más de tres semanas, Massa anunció complementos de ingresos o alivios fiscales por el equivalente a 1,02% del PBI. Si los trabajadores de altos ingresos no se vuelcan a la compra de bienes locales y van a la compra de dólares paralelos a modo de cobertura, no habrá mayor nivel de actividad.
Según el proyecto de Ley de Presupuesto enviado por el Ministerio de Economía al Congreso, este año el PIB caerá 2,7%, un poco por debajo del 3% que estiman las consultoras privadas. Sin embargo, para el 2024, la cartera que dirige Sergio Massa estimó una recuperación del 2,5%, superadas las condiciones climáticas negativas que afectan al campo, y la mayor producción del sector de gas y petróleo de Vaca Muerta.
Para la consultora Ecolatina, si bien el ajuste real sobre el gasto primario en lo que va del año no fue suficiente para compensar la fuerte caída en los ingresos, distinta sería la historia de no ser por el impacto de la sequía. Si la recaudación por Derechos de Exportación se hubiera mantenido estable en términos reales, el déficit primario se ubicaría en torno al 0,8% del PIB, mostrando así una mejora respecto a lo evidenciado en 2022 (rojo del 1,3% del PIB para el mismo periodo).
Se recuperan los ingresos con el Impuesto PAIS
Los ingresos totales (excluyendo extraordinarios) en agosto volvieron a crecer en términos reales luego de 10 meses (+5,2%). No obstante, aún muestran un retroceso real del 5,4% para el acumulado en los primeros ocho meses del año.
Buena parte del incremento en agosto se explica por la ampliación del Impuesto PAIS: su recaudación se incrementó casi $ 150.000 millones con respecto al mes previo y pasó de representar menos del 2% de la recaudación nacional a más del 5%. Paralelamente, la mayoría de los ingresos tributarios contaron con una buena performance en el último mes: sólo Ganancias, Bienes Personales y los Derechos de Exportación (afectados por la sequía) mostraron caídas reales en su comparación interanual.
La aceleración inflacionaria durante agosto le permitió al Gobierno volver a ajustar el Gasto en términos reales. Concretamente, el gasto primario mostró una reducción del 8,5% real en agosto luego de crecer un 2,5% real en julio. A diferencia de los meses previos, la dinámica a su interior fue bastante homogénea: tanto el gasto primario corriente (-5% real) como el gasto de capital (-34% real) mostraron ajustes reales, algo que sólo ocurrió durante abril.