Las últimas estadísticas dan cuenta que la tercera ola estaría llegando a su fin, con lo que empieza a ser posible mensurar su impacto y proyección en la economía. Desde la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), consideran que, en comparación con las anteriores, “el impacto de la tercera ola fue acotado”, aún cuando dan cuenta que los indicadores de consumo de electricidad de grandes usuarios industriales se desaceleraron, pues, con un crecimiento del 0,7 por ciento interanual, la demanda de energía industrial de enero aumentó a “menos de la mitad del ritmo que venía creciendo la industria el mes pasado”. En este sentido, un caso aparte lo comprende uno de los rubros industriales más mano de obra intensivas, como es la industria automotor. Según la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), con una producción de 18.651 unidades, se evidenció una disminución del 23,3 por ciento respecto al mismo mes del año anterior, dato que según FIDE marca la primera disminución luego de 10 meses consecutivos de “elevadas tasas de crecimiento para el sector”, lo cual adjudican a “la suspensión de turnos por el crecimiento en los contactos”.
Con relación a la demanda de energía para la construcción, plantean que la misma tuvo una disminución interanual del 0,9 por ciento en enero de 2022, aunque “el indicador registra una normalización hacia el final del mes”.
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En relación a las pymes, el impacto de la tercera ola fue registrado en el último informe de “Encuesta de Expectativas Económicas” de los Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), el cual arrojó que un 68 por ciento de las pymes relevadas fue impactada por la tercera ola, dentro de las cuales un 30,9 por ciento con más de un caso positivo. Sin embargo, el 52,8 por ciento de estos empresarios tuvieron una rentabilidad positiva entre octubre y diciembre, que ascendió al 57,5 por ciento en el caso de las pymes industriales, y otro 56,4 por ciento prevé mejoras económicas para el 2022.
A futuro
A nivel macro, el impacto de la tercera ola muy posiblemente se registre en la tasa de crecimiento anual, que el gobierno estimaba en un 4 por ciento antes de la emergencia del nuevo ciclo de contagios. Las previsiones formuladas por las pymes, responsables del 95 por ciento del trabajo privado, mantienen sus expectativas de sustentabilidad del desempeño. Según la encuesta del ENAC, el 56,9 por ciento de los empresarios planifica realizar inversiones en los próximos 6 meses, en tanto que desde el “Relevamiento de percepción industrial bonaerense” de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA), la Asociación de Industriales de la Provincia de Buenos Aires (ADIBA), la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA) y la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires (CEPBA), se planteó que solo un 22,5 por ciento de los empresarios cree que la situación de su empresa empeorará, mientras que un 45 por ciento cree que sostendrá y otro 10 por ciento que aumentará, al punto que solo el 10 por ciento plantea reducir su personal, frente a un 15 que lo sostendrá y un 75 que lo mantendrá. También, afirmaron que un 50 por ciento de los empresarios planean realizar inversiones, aunque mayoritariamente, esto es 54,5 por ciento, en un grado reducido.
Las previsiones de sostén de la actividad, guardan relación con las estimaciones de FIDE, que plantea que “aquellas líneas de producción que se hayan visto afectadas podrán recuperar el impacto en los próximos meses, moderando el efecto en el acumulado anual”.
Las encuestas del Relevamiento bonaerense y del ENAC también consultaron a los empresarios sobre la inflación y el dólar. En el primero de los casos, desde ENAC sostienen que 6 de cada 10 empresarios considera que la inflación del 2022 será superior al 40 por ciento, mientras que el 62,5 por ciento de los empresarios relevados por Relevamiento afirmó que la mismas se situaría entre el 46 y 60 por ciento, y solo un 15 por ciento en más de esa cifra.
Por su parte, la encuesta del Relevamiento arrojó que el 47,5 por ciento considera que el valor del dólar se situará entre 120 y 160 dólar, otro 47,5 que estará entre 160 y 280, y solo el 10 por ciento piensa que será menor a esa cifra, mientras que 7 de cada 10 empresarios del ENAC indica que no superará los 150 pesos.