El trabajo informal es el de mayor crecimiento en el país, mientras que sus sueldos son los que más pierden frente a la inflación. Estas conclusiones se desprenden los últimos informes publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (Indec), tanto el de “Mercado de trabajo. Tasas e indicadores socioeconómicos (EPH)” para el segundo trimestre de 2022, como el reciente “Índice de salarios” de agosto de 2022.
En el primero de sus informes, el organismo estadístico señaló que durante el segundo semestre la tasa de empleo creció de forma interanual del 43,3 al 44,6 por ciento de los argentinos, y “en la población asalariada se observó un aumento de la proporción de quienes no cuentan con descuento jubilatorio en 6,3 puntos porcentuales, de 31,5 por ciento a 37,8 por ciento”. “Como contrapartida, la porción de personas asalariadas con descuento jubilatorio pasó de 68,5 por ciento al 62,2 por ciento”, continuó.
De esta forma existen en la actualidad 3,6 millones de trabajadores informales, a los que se suman cerca de 3 millones de trabajadores “cuentapropistas” sin registro en la Seguridad Social, con lo que, sostiene el INDEC, entre la población asalariada el 62,2 por ciento cuenta con descuento jubilatorio y el 37,8 por ciento no lo tiene.
Pero además, fueron estos trabajadores quienes más perdieron frente a la inflación durante los últimos 12 meses. Sucede que según el “Índice de salarios” de agosto de 2022, frente a una inflación del 78,5 por ciento en el acumulado interanual, sus ingresos solo aumentaron un 63,4 por ciento, en tanto que los privados registrados alcanzaron el 76,5 por ciento y los públicos 76,4 por ciento, siempre durante los últimos doce meses.
Una pérdida que acumula años
El fenómeno se enmarca en la caída que vienen experimentando los ingresos de los trabajadores durante la gestión del anterior y el actual gobierno. Según el Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía, integrado por economistas de la Universidad Nacional de Rosario, se experimentó, desde la asunción del actual gobierno y hasta junio de este año, un descenso de 3 puntos porcentuales en el promedio en los ingresos de los trabajadores, los cuales se suman a los 23 puntos caídos durante todo el Gobierno de Cambiemos.
En declaraciones a El Destape Radio, este domingo el ministro de Economía Sergio Massa señaló que no descartaba la posibilidad de otorgar una suma fija o algún tipo de bono para los trabajadores como forma de recuperación del poder adquisitivo. "Veamos cómo encontramos algún instrumento. Lo charlé con Cristina, con Alberto, con Kelly Olmos, con Wado (de Pedro)", señaló y añadió que "lo que tenemos que encontrar es un mecanismo para fortalecer al conjunto de los trabajadores, porque si no quizás ayudamos a los trabajadores del sector privado pero dejamos a 1,1 millones de municipales en el camino".
En este último aspecto, destacó que "pensar el salario del sector privado tiene un problema, que es que de los salarios de menos de 120 mil pesos, el 60% son empleados municipales", al tiempo que manifestó que “cuando mirás las cuentas de los municipios decís 'si yo le meto una suma fija le arruinó las cuentas'".
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Asimismo y sobre la posibilidad de un bono, el titular de Economía sostuvo que "el problema es si queda o no en la paritaria" ya que "cuando está mensualizado queda incorporado", pero no descartó la posibilidad de otorgarlo en las próximas semanas al añadir que, "hay que analizarlo, encontrar un mecanismo que ayude al conjunto de los trabajadores. Alguna decisión tenemos que tomar y lo vamos a hacer, pero no creo en los golpes de magia".
De implementarse alguna de estas medidas para el conjunto de los trabajadores, el gobierno rompería su tendencia de anclarse solo en las paritarias para recuperar parte de lo perdido por los asalariados frente la inflación, ya que solo a poco de asumir, en marzo de 2020, otorgó una suma fija general de incremento, pero luego no llevó adelante ninguna medida similar para el conjunto de los trabajadores. De hecho, según el Centro CIFRA de la CTA “la política de ingresos moderada” del gobierno llevó, junto a la inflación, a que “no se revierta la caída del salario real que se verificó a partir del primer trimestre de 2018”.