La transición energética es uno de los ejes del Gobierno para posicionarse en el mercado mundial, fortalecer el ingreso de dólares frescos y lograr el abastecimiento interno. En las últimas semanas se abrió el camino para avanzar sobre la exploración offshore en zonas marítimas, un hecho que había despertado críticas medioambientales, pero que parece atravesado esas discusiones de cara a los próximos meses.
En paralelo al crack político que significó el cuestionamiento de la vicepresidenta Cristina Kirchner por los términos de licitación del gasoducto Néstor Kirchner, la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata habilitó el proyecto de exploración petrolera en el Mar Argentino al dejar sin efecto la medida cautelar que suspendía las operaciones que se realizarán a 300 kilómetros de la costa bonaerense, y que había sido oportunamente apelada por el Gobierno.
Según el fallo, el tribunal ordenó realizar una "nueva Declaración de Impacto Ambiental" que resulte complementaria de la ya aprobada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible para dar continuidad a la Campaña de Adquisición Sísmica offshore. En sus considerandos, el tribunal marplatense destacó que "las evaluaciones de impacto ambiental resultan ser, por esencia, herramientas de naturaleza preventiva, con capacidad de orientar las acciones humanas, permitiendo a partir de sus conclusiones, que la protección ambiental se integre con las políticas de crecimiento y desarrollo".
En otro aspecto, señaló que "se deduce claramente que el presente, más que un proyecto o emprendimiento económico, resulta ser, y de hecho implica la implementación de políticas, planes y un programa de desarrollo energético, aquí podría haber sido utilizada también, la denominada Evaluación Ambiental Estratégica". El Gobierno había autorizado a las petroleras a realizar estudios de exploración sísmica en tres áreas offshore localizadas a más de 300 kilómetros de la Costa bonaerense.
La tarea de exploración del lecho marino va a ser llevada adelante por el consorcio de empresas que encabeza Equinor en sociedad con la petrolera nacional YPF y la angloholandesa Shell, en tres de los 18 bloques adjudicados en 2019 por los que las adjudicatarias comprometieron inversiones por casi US$ 800 millones. Pero el fallo trasciende lo judicial y deja la puerta abierta al objetivo más grande.
Una Vaca Muerta en el fondo del mar
La transición energética obliga a los países a buscar formas más eficientes para abastecer una demanda creciente de energía generada por fuentes cada vez menos contaminantes. Países como Argentina tienen la oportunidad de contribuir con esa transición aportando gas y petróleo al mundo que permita la descarbonización de las matrices energéticas de los países centrales.
Los hidrocarburos no sólo consisten en una fuente de energía, sino una materia prima esencial para otras industrias como la petroquímica, tecnológica y farmacéutica y automotriz. Son pocos los materiales en el mundo que no deriven en forma directa o indirecta de ellos.
La exploración del pozo Argerich-1 dentro del Bloque CAN 100 en el Mar Argentino es la obsesión de los geólogos de YPF, que proyectan una reserva energética de una magnitud comparable con el yacimiento de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta. Según pudo saber El Destape, los técnicos en geología de YPF estiman que este megayacimiento que podría producir 200.000 barriles al dia, casi la misma produccion que tiene la empresa estatal en toda la argentina, por locual podría duplicarla.
Se podrían recaudar 7300 millones de dólares anuales de producción de petróleo, a dividir por las compañías parcipantes: YPF, Shell y Equinor. Las firmas extranjeras suelen participar de este tipo de proyectos por la aportación en experiencia sobre exploracion en grandes profundidades y tecnología perforatoria.
YPF ya hizo la prueba sísmica en 2016 y 2017, pero para comenzar las tareas de exploración una declaración de impacto ambiental. En julio se desarrollará una audeincia publica convocada por la Secretaría de Energía, y luego el Ministerio de Ambiente emitirá el informe consecuente. De seguir los pasos protocolares sin sobresaltos, la exploración podría comenzar en febrero-marzo del año que viene.
Además del gran salto energético y del flujo exportador, desde el Gobierno también enfatizan que Argentina presenta una disputa en el Atlántico Sur y en el Mar Argentino, con una potencia como Gran Bretaña ocupando las Islas Malvinas, por lo que el hecho de poder explorar y saber qué recursos energéticos cuenta representa tema de soberanía.
Actualmente, Argentina tiene 300.000 kilómetros cuadrados de sísmica; perforó 190 pozos en el mar, de los cuales 30 están en explotación y suministra el 20% del gas que consume la población.