El representante de los productores en el Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM), Jonás Petterson, pidió hoy tener "un precio razonable para producir", y planteó que "la desregulación es un problema", ya que perjudicaría a los pequeños y medianos productores y sólo "cuatro o cinco ganan".
"La desregulación de precio es un problema, pedimos tener un precio razonable para producir, no podemos plantear una desregulación a costa de fundir a los pequeños y medianos productores", manifestó Petterson en declaraciones a Radio La Red, al referirse a la situación actual del INYM.
El organismo está a la espera de la fijación de precios de materia prima y sus integrantes ven con preocupación la desregulación propuesta en el decreto de necesidad y urgencia (DNU) 70/2023, que aún no se encuentra en vigencia por no estar reglamentado, según se concluyó en una reunión esta semana entre el sector y el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, Juan Alberto Pazo.
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No obstante, a mediados de enero, la jueza Adriana Fiori, titular del Juzgado Civil y Comercial Nº 8 de Misiones, hizo lugar a una medida cautelar pedida por asociaciones yerbateras y suspendió un capítulo del DNU 70/2023 para que "no se modifiquen ni alteren la estructura, funciones y atribuciones" del INYM.
"Hoy tenemos una cuestión económica nacional muy complicada y desregular profundizaría para peor la situación", advirtió Petterson, y apuntó que "si hay algún productor o pseudoproductor que quiera la desregulación solamente puede ser un productor que se jacta de ser productor pero que también es una industria integrada".
En esta línea, aseveró: "Los pequeños y medianos productores pedimos a gritos que tengamos un precio mínimo que nos garantice los costos para producir y de ahí para arriba, el que quiera pagar el máximo, que pague el máximo".
Asimismo, el representante del INYM explicó: "Tenemos un mercado muy ajustado porque de lo que producimos, el 90% se consume dentro del país y el 10% lo exportamos. La yerba mate se maneja con stock, porque la yerba que consumimos los argentinos es una yerba estacionada hasta un año; entonces, existe un stock hoy aproximadamente de ocho meses y medio que está en manos de la industria".
"El productor, para llegar a su primera cosecha, tiene que invertir durante cinco años y ahí arranca la primera cosecha, que es la más chica, después va mejorando, y a los 15 años el yerbal decae de vuelta", explicó.
Con lo cual, "siendo 13.500 productores y habiendo 100 industrias y de las 100 son cuatro alrededor las que compran alrededor del 45% y 60% de la materia prima, no vamos a poder nunca manejar la oferta y la demanda; porque esas cuatro, además de tener esos meses de stock de yerba mate, tienen poder económico suficiente para pasar muchísimo más tiempo aguantando, producción propia en muchísimas hectáreas", siguió Pettersen.
"En cambio, nosotros somos 13.500 productores que cuando llega la época de cosecha tenemos la necesidad urgente de vender nuestra producción para poder paliar los gastos que venimos haciendo durante el año", marcó.
"Por eso es necesario que el INYM funcione y que regule de alguna manera, que no haya desequilibrio en donde nosotros perdemos y cuatro o cinco ganan", planteó.
"Basándome en lo planteado por la jueza Fiori, llamé a negociaciones de precios, y el día 15 arrancan las negociaciones y nos vamos a reunir", concluyó.
Con información de Télam