El exmiembro de la Reserva Federal estadounidense (FED), James Bullard, y el extitular del Departamento del Tesoro, Lawrence Summers, se mostraron hoy escépticos con la decisión de la entidad monetaria de mantener las tasas de interés de referencia sin cambios, en un rango de entre 5,25% y 5,50%.
Si bien el consenso en el mercado es que la FED finalizó con su ciclo de subas o, como mucho, hará una última antes de fin de año tal como indican sus proyecciones internas-, para Bullard el organismo podría verse obligado a subir las tasas aún más ante el riesgo de una reaceleración de la inflación.
Creo que sería algo bueno para hacer como un reaseguro de que la inflación núcleo continúe bajando a un ritmo apropiado y para regresar a la meta del 2% anual en un tiempo razonable, señaló Bullard en diálogo con Bloomberg Televisión.
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Además de proyectar la posibilidad de un último aumento de tasas, los miembros de la FED ahora creen que el año próximo habrá solamente dos recortes en las tasas, en lugar de los cuatro que proyectaban anteriormente.
El titular de la entidad monetaria, Jerome Powell, afirmó, en una conferencia de prensa, que los funcionarios están preparados para subir más las tasas de ser apropiado y de mantener la política en un nivel restrictivo hasta asegurarse de que la inflación baje sustancialmente hacia el objetivo.
Bullard valoró que la FED subraye el hecho de mantener las tasas altas por más tiempo, ante la fortaleza que mostró la economía y el mercado laboral estadounidense en los últimos meses.
Según el exmiembro del organismo, la posibilidad de un aterrizaje suave, es decir, de bajar la inflación sin generar una recesión, es muy buena, pero recordó que no se aterrizará efectivamente hasta que la inflación retorne al 2%.
Del lado contrario, para el exsecretario del Tesoro, Lawrence Summers, la FED está siendo demasiado optimista, y dudó de que se llegue a ese aterrizaje suave.
Es probable que tengamos alguna sorpresa del lado de una mayor inflación o, en el sentido contrario, un crecimiento más débil, o incluso ambas cosas en una dinámica estanflacionaria, advirtió.
Diversos bancos como Goldman Sachs modificaron sus pronósticos en los últimos meses, y ahora ven menos chances de que Estados Unidos entre en una recesión.
La gente está siendo un poco optimista ahora y creo que la FED entró en ese juego. Sería una buena idea quedarse cortos con los pronósticos y que luego se los supere, evaluó.
La huelga en las firmas autopartistas, un déficit fiscal que se acerca a un 8% del Producto Bruto Interno (PBI), el aumento de los costos de salud y el incremento del costo del financiamiento a medida que se renueven los préstamos y bonos, son riesgos que, según Summers, afronta la economía estadounidense.
No obstante, destacó que la FED, bajo Powell, dejó de telegrafiar sus próximos movimientos, y muestra una postura más flexible ante los datos de la economía.
Con información de Télam