El Banco de Inglaterra (BoE) confirmó hoy que mantendrá su tasa de interés básico en el 5,25%, una decisión que llega en un contexto de creciente preocupación por el estancamiento del crecimiento económico y la inflación persistente que se mantiene en 6,7%
En una votación que refleja la división de opiniones dentro del Comité de Política Monetaria, seis de sus miembros votaron a favor de mantener la tasa igual, mientras que tres abogaban por un incremento.
Esta determinación marca la segunda ocasión consecutiva en que el Banco opta por no modificar los tipos de interés, manteniendo la postura adoptada en septiembre después de un ciclo de 14 subas consecutivas desde finales de 2021, una estrategia implementada en respuesta a la escalada de la inflación.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
A su vez, el Banco de Inglaterra modificó sus proyecciones económicas, rebajando las expectativas de crecimiento para el Reino Unido y anticipando un aumento de solo el 0,6% en cada uno de los dos últimos trimestres de 2023 comparado con el año anterior.
Más preocupante aún es la previsión de una desaceleración a tan solo el 0,2% en el primer trimestre del próximo año, seguido de un estancamiento en el crecimiento (0%) en el segundo trimestre y posiblemente más allá.
En una conferencia de prensa, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, hizo hincapié en la determinación de la entidad de combatir la inflación.
"Permítanme ser claro: no hay absolutamente ningún lugar para la complacencia. La inflación aún es demasiado alta. Mantendremos las tasas de interés lo suficientemente altas durante el tiempo suficiente para asegurarnos de que la inflación regrese al objetivo del 2%", afirmó.
La decisión de mantener la tasa de interés generó reacciones políticas inmediatas.
Según consignó la BBC, desde los demócratas liberales, la portavoz del Tesoro, Sarah Olney, criticó al gobierno actual por los beneficios fiscales concedidos a las grandes entidades bancarias en un momento en que las familias trabajadoras enfrentan una presión financiera considerable.
"Es hora de que el gobierno elimine su gran recorte de impuestos a los bancos y brinde ayuda a las familias que simplemente no pueden pagar las enormes facturas hipotecarias", afirmó Olney.
Por su parte, la canciller en la sombra del Partido Laborista, Rachel Reeves, calificó las últimas previsiones del Banco de Inglaterra como un claro testimonio del "fracaso económico de 13 años que dejó a los trabajadores en peor situación".
Confrontando las promesas de crecimiento económico del primer ministro Rishi Sunak y del ministro de Finanzas Jeremy Hunt, Reeves sostuvo que "las cifras de hoy muestran que vamos en la dirección equivocada".
Asimismo, esbozó la visión del Partido Laborista de propulsar la economía del país y "mejorar la situación de los trabajadores al lograr que Gran Bretaña vuelva a construir"
Con información de Télam