El ministro de Finanzas británico, Jeremy Hunt, mostró hoy una perspectiva económica sombría y advirtió que el país debe prepararse "para lo peor" ante un entorno global inestable y amenazas de recesión.
Hunt expresó su preocupación sobre los crecientes intereses de la deuda y la posibilidad de futuros recortes de gastos o aumentos de impuestos, en medio de las actuales tensiones geopolíticas y la inestabilidad económica mundial.
"Las cifras son definitivamente peores que las que enfrenté en primavera", admitió en declaraciones a la cadena de Televisión Sky News, al referirse a las previsiones económicas que serán incorporadas en la próxima declaración del presupuesto.
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Durante su participación en las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional en Marruecos, destacó la volatilidad global, citando la guerra en Ucrania y los recientes acontecimientos en Israel como factores que contribuyen a un entorno económico peligroso.
Hunt y el gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), Andrew Bailey, subrayaron la necesidad de mantener políticas monetarias restrictivas para manejar la inflación y los crecientes costos de los intereses de la deuda.
Con una visión a futuro, Hunt insistió en la necesidad de ser prudentes con las finanzas públicas, evitando préstamos imprudentes y promoviendo una economía resiliente que pueda manejar posibles "shocks" económicos a corto plazo.
"Soy muy optimista sobre nuestro futuro a largo plazo", concluyó, manteniendo una visión cautelosamente optimista ante los desafíos inminentes.
En ese sentido, Bailey, reconoció que había habido "progresos sólidos" en los últimos meses en términos de alivio de las presiones sobre los precios a medida que la política monetaria había comenzado a reducir la demanda.
Pero dejó claro que era demasiado pronto para bajar la guardia en la lucha contra la inflación, y alertó que todavía queda muchísimo por hacer.
Con información de Télam