El Banco de Inglaterra (BoE) anunció hoy que mantendrá su tasa de interés en 5,25%, la más alta en los últimos 15 años.
En una votación llevada a cabo por el Comité de Política Monetaria, compuesto por nueve miembros, seis votaron a favor de mantener la tasa actual, mientras que los tres miembros restantes abogaron por un aumento hasta el 5,5%.
Esta decisión se enmarca en el esfuerzo continuo del Banco para controlar la inflación.
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Las tasas de interés más altas tienen como propósito la reducción de la inflación, ya que disminuyen el poder adquisitivo de las personas, reduciendo así el gasto y la demanda en la economía.
Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra, señaló que se avanzó de forma significativa en la lucha contra la inflación este año, pero enfatiza que "todavía queda mucho camino por recorrer" para estabilizar la economía y alcanzar los objetivos de inflación del Banco.
En su informe, el BoE también indicó que el Producto Interno Bruto (PIB) del Reino Unido se mantuvo estable en el tercer trimestre de 2023, en concordancia con las proyecciones anteriores, aunque experimentó una caída del 0,3% en octubre.
Se espera que el crecimiento del PIB se mantenga estable en el cuarto trimestre y en los próximos trimestres.
En cuanto al mercado laboral, se informó que el crecimiento del empleo mostró signos de desaceleración, con indicios de una mayor flexibilidad en el mercado laboral.
Asimismo, las medidas fiscales del Informe de Otoño podrían aumentar el PIB en aproximadamente un 0,25% en los próximos años, con un probable impacto menor en la brecha de producción y las presiones inflacionarias, debido a un aumento en la oferta potencial.
Dijo también que el crecimiento anual de los ingresos semanales promedio del sector privado se redujo a 7.3% hasta octubre, alineándose más con otros indicadores de crecimiento salarial que han bajado del 7%.
Aún persisten riesgos de un aumento en el crecimiento salarial, especialmente con el incremento del salario digno nacional, mientras que la inflación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) cayó de 6,7% en septiembre a 4,6% en octubre, con una disminución en la inflación de los precios de los servicios al 6,6%.
Se prevé que la inflación se mantenga cerca de su tasa actual al inicio del año, aunque podría aumentar temporalmente en enero debido a efectos de base.
La trayectoria a corto plazo de la inflación del IPC está por debajo de las proyecciones anteriores, influenciada en parte por la reducción en los precios de la energía.
Con información de Télam
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