El precio del barril de petróleo subió hoy en Nueva York a los niveles más altos del año, en un momento en que los recortes de producción de las naciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), empiezan a tener un mayor efecto e impacto sobre la inflación en el mundo.
El barril de la variedad WTI y el tipo Brent subieron 2,4% y se negociaron en 90,70 dólares y 94,10 dólares, respectivamente, según cifras consignadas por el New York Mercantil Exchange (NYMEX).
La Agencia Internacional de Energía (IEA) ha advertido que es probable que los continuos recortes de suministro por parte de la OPEP+ creen un "déficit significativo de suministro" y amenacen una mayor volatilidad de los precios.
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La OPEP también mantuvo sus previsiones de fuerte crecimiento de la demanda mundial de petróleo este año y el próximo, y afirmó que "en 2023 se superarán los niveles de demanda mundial total de petróleo anteriores a la crisis de 2009".
El mercado se enfrenta a un déficit de más de 3 millones de barriles por día el próximo trimestre, potencialmente el mayor en más de una década, señaló la OPEP.
El cartel petrolero salió al cruce de unas afirmaciones del director ejecutivo de la IEA, Fatih Birol, quien afirmó al Financial Times, que "la demanda mundial de combustibles fósiles comenzará a declinar antes de 2030".
Birol señaló que, en el informe anual de la IEA que se publicará en octubre, "el mundo está en el umbral de un punto de inflexión histórico, un escenario que llegaría antes de lo que mucha gente anticipaba. Esta es la primera vez que el pico de demanda está a la vista para cada tipo de combustible (fósil) durante esta década".
Con los precios subiendo más del 30% desde fines de junio, los operadores se preparan para un posible retroceso, ya que los indicadores técnicos como el índice de fortaleza relativa muestran a los futuros del crudo en sobrecompra.
La demanda en Estados Unidos y China, los dos principales consumidores, sigue siendo sólida, mientras que los líderes de la OPEP+ se muestran decididos a limitar los suministros.
El repunte del precio del crudo se convierte en un dolor de cabeza para los formuladores de políticas monetarias en todo el mundo, debido al impacto en la inflación.
Las refinerías están comprando barriles para anticiparse a precios más elevados y mientras tanto, los combustibles se cotizan muy por encima de los precios del crudo a medida que los procesadores intentan seguir el ritmo de la fuerte demanda de los usuarios finales.
Los contratos de futuros de gas natural para entrega en octubre subieron 0,8% y se negociaron en 2,70 dólares por millón de BTU.
Finalmente, el oro se mantuvo sin cambios en 1.932 dólares por onza.
Con información de Télam