La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, advirtió hoy que la inflación en la Eurozona sigue siendo fuerte mientras que el crecimiento de los salarios se encuentra en niveles “históricamente altos”.
Lagarde se refirió principalmente a la inflación núcleo, que excluye a los precios volátiles de la energía y los alimentos.
La inflación interanual fue del 4,3% anual el mes pasado en los países que utilizan el euro, nueve décimas menos que en agosto, lo que representó el menor nivel desde octubre de 2021, según los datos publicados por el instituto de estadísticas Eurostat.
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En tanto, el índice subyacente o núcleo se situó en 4,5%, frente al 5,3% de agosto.
“La inflación núcleo sigue en niveles elevados, reflejando el hecho de que el menor impacto del incremento pasado en los costos de producción se encuentra contrabalanceado por el crecimiento de los costos del trabajo”, afirmó Lagarde hoy en la reunión conjunta que realiza el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial en la ciudad marroquí de Marrakech, en declaraciones citadas por la agencia de noticias Bloomberg.
En ese marco, indicó que “la compensación que buscan los empleados para compensar la pérdida en el poder adquisitivo y el bajo desempleo, hace que haya un crecimiento salarial históricamente alto”.
“Se espera que el crecimiento salarial se modere gradualmente, aunque siga alto en el horizonte, dada la suba en los salarios más bajos”, manifestó.
De todos modos, reiteró el pronóstico del BCE que proyecta que la inflación seguirá moderándose y llegará a la meta del 2% anual en 2025.
En la misma línea de Lagarde, el miembro del Consejo Gobernante del BCE como presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, señaló hoy que las presiones de precios siguen “muy altas”, y que “los riesgos al alza siguen estando presentes".
“Es demasiado temprano para celebrar la victoria”, manifestó, y afirmó que el banco mantendrá las tasas “lo suficientemente elevadas por el tiempo que sea necesario” porque “la bestia de la inflación necesita ser domada”.
Para enfrentar la inflación, el ente monetario europeo realizó 10 revisiones al alza de las tasas de interés desde julio del año pasado, que las llevaron al nivel más alto desde la creación del euro en 1999.
Las tasas de facilidad de depósito, de refinanciamiento y de préstamo marginal se ubican actualmente en 4%, 4,50% y 4,75%, respectivamente.
En la última reunión de septiembre no se descartaron nuevos incrementos de tasas en los próximos meses, aunque, desde el mercado, se cree que el ciclo de alzas ya finalizó.
Para la ex directora gerente del FMI, será clave analizar el impacto de las subas de tasas en la economía real, antes de decidir qué decisión monetaria tomar en las próximas reuniones.
Respecto de la actividad económica, Lagarde indicó que existen riesgos a la baja “incluyendo un debilitamiento de la demanda, por una transmisión más fuerte de lo anticipada en la política monetaria o por un empeoramiento del contexto económico internacional”.
Del lado opuesto, el crecimiento “podría ser más fuerte del proyectado si el sólido mercado laboral, el crecimiento de los salarios y la menor incertidumbre motorizan la confianza entre los consumidores y las empresas, impulsando a que gasten más”.
Según los últimos pronósticos del BCE, la Eurozona se mantendría prácticamente estancada con un crecimiento de 0,7% este año, para luego subir 1% en 2024 y 1,5% en 2025.
En ese marco, el miembro del Consejo y titular del Banco Central de Malta, Edward Scicluna, destacó que el gasto de los consumidores sigue siendo sólido en Europa pese a las complicaciones en la industria, el debilitamiento de las exportaciones y los altos costos de financiamiento.
“Pese a todo esto, la gente, tras el coronavirus, sigue queriendo consumir. Todos hablan de una recesión, pero, el punto es que la gente no parece quererla”, concluyó.
Con información de Télam
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