La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó para la cosecha 2023/24 una producción de 57 millones de toneladas de maíz, dos millones menos que en enero, y 49,5 millones de soja, debido a que "la ola de calor ha tenido su impacto sobre el potencial de rinde de la gruesa".
En su Informe Mensual de Estimaciones Nacionales difundido hoy, la BCR explicó que la ola de calor excluyó la posibilidad de una súper campaña de soja, además de obligar a un ajuste negativo en maíz.
Entre 2010 y 2020, la Argentina superó los 50 millones de toneladas de producción de soja en siete oportunidades, recordó, y señaló que "este ciclo 2023/24 se presentaba con la oportunidad de superar ese nivel".
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En virtud de la condición del cultivo, la primera estimación apunta a una cantidad "por debajo de lo esperable" en las primeras proyecciones, lamentó la entidad.
En ese sentido, consignó que hasta mediados de enero la mejora hídrica en los perfiles de los suelos en gran parte del área productiva argentina hacía creer que se superarían cómodamente los 50 millones de toneladas.
Pero a partir del 17 de enero se instaló una ola de calor muy larga y severa que dio vuelta el escenario, y el deterioro de los cultivos llevó a un fuerte recorte de 2,5 millones de toneladas, que no fue mayor gracias a las lluvias de entre el 7 y el 14 de febrero.
En cuanto a la soja de segunda, la situación sigue muy delicada: El golpe de calor ha dejado daños generalizados en la región pampeana: hubo caídas en los rindes potencial del orden de 40% a 60% y numerosas áreas pérdidas que llevan a estimar un área no cosechable de 750 mil hectáreas.
La estimación de febrero también tiene en cuenta un ajuste en el área nacional de siembra de 100 mil hectáreas.
Con una superficie sembrada de 17,3 millones de hectáreas -8,3% más que el año pasado- y un rinde promedio nacional de 29,9 quintales por hectárea, la BCR estimó la producción en 49,5 millones de toneladas, 19,5 millones más que el "malogrado" ciclo anterior (sólo 20 millones).
La ola de calor también impactó en el maíz, advirtió la entidad, que estimó una caída en la producción de 3,4%, frente al guarismo de enero.
Con un rinde de 76,9 quintales por hectárea a nivel nacional, se prevé una producción de maíz 2023/224 de 57 millones de toneladas, con un recorte de dos millones respecto de enero.
Al igual que en la soja, las expectativas al 17 de enero eran muy distintas; el ambiente de alta producción también hacía pensar en una excelente campaña maicera, indicó.
En los maíces tempranos, que representa 35% del total sembrado, el golpe de calor que podría dejar pérdidas de 10% a 15% respecto del rinde esperado en las áreas más afectadas.
En los tardíos hay grandes niveles de daños, que llegan a superar 50% del rinde potencial y hay una gran incógnita respecto del resultado que pueda concretarse; mientras que los tardíos que se sembraron más tarde fueron beneficiados por las lluvias de la segunda semana de febrero.
Sin embargo, completó, "es muy importantes que reciban nuevos aportes en los siguientes días para afirmar la recuperación y sostener el potencial de producción maicera 2023/24".
Con información de Télam