El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió hoy sobre las perspectivas del crecimiento mundial a mediano plazo y, entre otros puntos, alertó del efecto contagio que podría llegar a tener la crisis del sector inmobiliario chino en el resto de Asia.
Lo preocupante es el débil crecimiento de cara al mediano plazo, advirtió la subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath.
La número 2 del organismo señaló, en diálogo con Bloomberg Television, que los riesgos de nuevos shocks geopolíticos y financieros no pueden ser ignorados, especialmente en un mundo que está entrando a tasas de interés en niveles elevados por más tiempo del que se anticipaban.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Va a ser un camino lleno de baches, alertó, en el marco de la reunión conjunta que realiza el FMI con el Banco Mundial en la ciudad marroquí de Marrakech, que finalizará el domingo.
Entre los riesgos que afronta la economía mundial se encuentra la crisis del mercado inmobiliario en China, que podría motivar una desaceleración económica en Asia.
En el corto plazo, el fuerte ajuste en el endeudado sector de propiedades de China y su consecuente ralentización en la actividad economía probablemente se derrame en la región, especialmente en los exportadores de commodities con estrechos lazos con China, señaló el Fondo en su reporte regional de Perspectivas Económicas para Asia.
En el peor de los escenarios, la producción de estos países podría caer un 10% en los próximos cinco años.
De todos modos, China podría tomar medidas para paliar la situación, como asistir a aquellos proyectos en construcción sin terminar y ayudar a las firmas inmobiliarias a restructurar sus deudas.
El FMI destacó que este año el fuerte consumo impulsará a las mayores economías asiáticas, pero que hay signos de que la recuperación podría estar agotándose.
Las proyecciones señalan que la región crecerá este año 4,6%, tras el 3,9% de 2022.
Esto se explica por la recuperación posterior al fin de las restricciones sanitarias en China y un crecimiento más fuerte de lo esperado en la primera mitad del año en Japón e India, indica el Fondo.
De esta forma, Asia contribuirá cerca de dos tercios de todo el crecimiento mundial proyectado para este año.
Para el año próximo, en tanto, el FMI bajó el crecimiento proyectado de 4,4% a 4,2% por los signos de ralentización de la actividad y de la inversión en el tercer trimestre que reflejan, en parte, un debilitamiento de la demanda externa y la caída de la inversión en propiedades en China.
Por su parte, para los países avanzados de Europa el FMI prevé una ralentización del crecimiento al 0,7%, tras el 3,6% de 2022, y una expansión de 1,2% para el año próximo, siendo los mayores beneficiarios las economías más orientadas a los servicios como Croacia, Grecia, España y Portugal, que llegarán a subir este año más del 2%, y las más afectadas las industriales como Alemania, país que se prevé un descenso de 0,5%.
El organismo destacó en Europa las medidas tomadas para enfrentar a la inflación, la cual bajó fuertemente respecto de los indicadores de doble digito del año pasado.
Y, le advirtió al Banco Central Europeo de no caer en el error costoso de bajar las tasas antes de tiempo, y señaló que aún no es el momento para hacerlo.
En nuestras proyecciones, vemos que la inflación retornará a su meta del 2% anual en algún momento del 2025, Antes de eso, el crecimiento de los salarios nominales retomará su impulso, recuperando parte de la pérdida en los salarios reales, agregó.
Será clave, para el Fondo, que las firmas reduzcan sus márgenes de ganancias para morigerar el impacto de las subas de salarios en la inflación.
Si bien el FMI destacó la resiliencia del mercado laboral europeo, advirtió a largo plazo por el envejecimiento poblacional y la ralentización en las mejoras de la productividad, así como el alto endeudamiento de algunos de los países.
Con información de Télam