El déficit primario devengado de la Administración Pública Nacional (APN) ascendió en 2023 a 6 billones 22.787 millones de pesos, con un incremento nominal del 106,6% que, al ser inferior a la inflación promedio del año, representó una caída del 11,5% en términos reales y un valor equivalente al 3,2% del Producto Bruto Interno (PBI), de acuerdo con lo informado por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
Por su parte, el déficit financiero (que incluye a los servicios de la deuda pública) fue el año pasado de 9 billones 471.762 millones de pesos, con un alza anual del 111,2% a valores corrientes y una baja del 9,5% a valores constantes, equivalente al 5% del PBI.
La información de la OPC se anticipa a la que dará a conocer el lunes 22 de enero el Ministerio de Economía, aunque los números no son comparables por presentar diferencias metodológicas: el del organismo bicameral se refiere al gasto devengado de la APN y el de Hacienda al ejecutado del Sector Público No Financiero, que además comprende a las empresas públicas y los fondos fiduciarios.
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Los guarismos son resultado de ingresos totales por 28 billones 650.718 millones de pesos, gastos totales por 38 billones 122.480 millones y gastos primarios por 34 billones 673.505 millones.
En todos los casos hubo retrocesos reales respecto de los niveles de 2022: los ingresos tuvieron una merma del 5,9%, los gastos totales una del 6,8% y los primarios una retracción del 7%.
Si bien el informe de la OPC no especifica la ejecución presupuestaria de diciembre, en base a la comparación con el acumulado de enero a noviembre se desprende que en el último mes de 2023 (de los que 21 días correspondieron a la Presidencia de Javier Milei) los ingresos totales fueron de 3 billones 532.685 millones de pesos, los gastos totales de 6 billones 209.212 millones y los gastos primarios de 5 billones 823.368 millones de pesos.
En consecuencia, en diciembre hubo un déficit primario de 2 billones 290.683 millones de pesos y uno financiero de 2 billones 676.527 millones.
La variación real negativa observada en los recursos obedece fundamentalmente a la disminución de los ingresos impositivos (11% real), debido a las caídas reales de los Derechos de Exportación (57%) y del Impuesto a las Ganancias (21,5%), parcialmente compensadas por las variaciones reales positivas en la recaudación del IVA (8,2%) y del Impuesto PAIS (118%).
En sentido contrario, se incrementaron los ingresos no impositivos (61,2%) y las rentas de la propiedad (33,3%) originados, en el primer caso, por la adjudicación de licencias del servicio 5G ($308.651 millones y sin ejecución en 2022) y en el segundo, por los intereses generados por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (24,3%).
Por el lado de los gastos primarios, que presentaron una disminución real de un año a otro del 7%, según la OPC "la dinámica estuvo mayormente impulsada por la caída de las jubilaciones y pensiones (6,1%), las asignaciones familiares (31,1%) y los subsidios energéticos (26,5%)".
Ese comportamiento se compensó parcialmente por las subas del gasto en personal (8,5%), las transferencias corrientes a provincias (8,1%) y las transferencias a universidades (6,2%).
"En el caso del gasto jubilatorio, la caída del gasto hubiera sido del 12,4% de no contarse con la política de bonos extraordinarios que compensó parcialmente el ahorro por aplicación de la movilidad jubilatoria", indicó el organismo parlamentario.
Al respecto, debe tenerse en cuenta que para la medición de las variaciones reales no se tiene en cuenta la inflación punta a punta (211,4%) sino el promedio de los doce meses (133,5%).
Con información de Télam