El ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, destacó el "crecimiento exponencial" de la economía del conocimiento en Argentina y la aplicación de inteligencia artificial en la actividad agropecuaria y en la producción de alimentos. Asimismo, destacó que la economía del conocimiento se ha convertido en 2022 "en la tercera fuente más importante en la generación de divisas" y agregó que "en el último bienio el crecimiento superó el 30%".
"Como resultado de una virtuosa articulación del sector público con las empresas privadas estamos siendo protagonistas de un crecimiento exponencial del sector de la economía del conocimiento que ha crecido ininterrumpidamente en la última década", remarcó Filmus durante la apertura del Foro de Tecnología China-Celac, que se desarrolló en la ciudad china de Congqing. "Este desarrollo ha conformado un virtuoso entramado de empresas conformado por potentes unicornios y una amplia red de 4.500 pequeñas y medianas empresas que generan anualmente miles de nuevos puestos de trabajo", subrayó.
Para el funcionario, el desarrollo de este sector, se basó en "tres sólidos pilares". Sobre el primero señaló que se trata de "la aprobación de una legislación nacional que favorece y estimula la inversión en el sector de la economía del conocimiento, como la Ley de incremento de la inversión pública en ciencia y tecnología, la de Economía del Conocimiento, y la Ley de Bio y Nanotecnología".
El segundo pilar "es la pujanza del sector privado que, superando muchas veces las dificultades de nuestra macroeconomía, ha sabido potenciar nuestras ventajas comparativas y condiciones de competitividad y convertirse en un sector fuertemente innovador con una mirada que trasciende nuestras fronteras y mira más allá de la región latinoamericana". Mientras que el tercero "es la tradicional calidad de nuestros científicos y profesionales".
Por último, el ministro enumeró que "los seis sectores en los cuales nuestras empresas e investigadores han avanzado notoriamente son: la aplicación de inteligencia artificial a la actividad agropecuaria, la producción de alimentos, la medicina, especialmente en la utilización de las imágenes y el triage médico; la aplicación de estas tecnologías en la investigación y desarrollo del sector aeroespacial; la incorporación de tecnologías digitales a la industria cultural y de medios audiovisuales; las plataformas de comercio y servicios; y la digitalización de procesos industriales.
Con información de Télam