Las acciones del gigante inmobiliario chino Evergrande subieron un 28% esta madrugada al reanudarse su cotización en la bolsa de Hong Kong (Hang Seng), luego de que fuera suspendida la semana pasada cuando se conoció que su CEO estaba bajo arresto domiciliario e investigación criminal.
Las acciones se revalorizaron 28,13% tras una volátil sesión en la que llegaron a subir 60%, para luego verse recortado su avance a 10% y posteriormente volver a crecer.
La firma, luego de suspender las operaciones en bolsa el jueves pasado, pidió ayer volver a cotizar, luego de aclarar que no tenía ninguna información pertinente que aún no se hubiera dado a conocer públicamente.
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Los analistas, en general, señalan que los precios de sus acciones se encuentran en un estado volátil dada la incertidumbre generada por la investigación a su presidente, Hui Ka Yan.
"Parece que las ganancias están impulsadas por dinero especulativo", comentó Willer Chen, analista investigador de Forsyth Barr Asia Ltd, a la agencia Bloomberg.
Sin embargo, consideró: "Con esta volatilidad, realmente no sé si hay posibilidad de que algún inversor haga dinero con estos títulos".
Evergrande, por su dimensión, se convirtió en un símbolo de la crisis nobiliaria china, y sus dificultades junto a las de otras empresas fuertemente endeudadas, desató temores de efectos de contagio en la economía china y del resto del mundo.
Previo a la pandemia de coronavirus, el sector inmobiliario y de la construcción eran un pilar del crecimiento de China, y ambos llegaron a representar una cuarta parte del Producto Bruto Interno (PBI).
Sin embargo, la deuda masiva que contrajeron los actores del sector para sostener su expansión y la especulación encendieron las alarmas del Gobierno que decidió limitar fuertemente el acceso al crédito por el riesgo que representaba el área en la economía.
Esto, como contrapartida, provocó una retracción en la actividad y que empresas como Evergrande caigan en default.
El miércoles pasado, las agencias Bloomberg y AFP dieron a conocer que el CEO de la firma, Xu Jiayin, conocido también como Hui Ka Yan en cantonés, se encuentra privado de libertad en Beijing, algo que fue posteriormente confirmado por la empresa el día después.
La firma señaló, sin dar mayores precisiones, que su presidente y fundador era sospechoso de "crimen o delito en infracción a la ley".
Ese mismo jueves, la firma suspendió su cotización en la bolsa de Hong Kong, tras caer un 18,99% en la rueda previa.
De acuerdo con un artículo publicado ayer por el diario The Wall Street Journal citando a fuentes anónimas vinculadas al asunto, las autoridades chinas investigan si Hui intentó transferir activos fuera del país mientras la empresa se encontraba con dificultades para completar proyectos inmobiliarios sin terminar.
La compañía calculó que sus deudas ascendían a US$ 328.000 millones de dólares a finales de junio.
Antes de que termine octubre, la firma afrontará un nuevo desafío pues una corte de Hong Kong escuchará un pedido para que la empresa entre en liquidación.
"La prohibición de que Evergrande emita nueva deuda (local) complicará sus planes de reestructuración de deuda offshore, acentuará el riesgo de que entre en liquidación y aumentará las dudas sobre su capacidad para operar", comentó la analista Kristy Hung.
Con información de Télam