La ola de calor que azotó a gran parte de la Argentina durante 14 días provocó entre 10% y 30% de daño en rindes potenciales de soja de primera en la región núcleo, mientras que el 10% del área sembrada con soja de segunda, unas 100.000 hectáreas, directamente se perdieron.
Así se desprende de un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que también destaca que desde el último jueves comenzaron a "restablecerse las condiciones" para la caída de precipitaciones que podrían ser "cruciales" para los campos.
El relevamiento cita como ejemplo el caso de Carlos Pellegrini (Santa Fe), donde se llegó a superar los 42°C, pero, en rangos generales, la zona núcleo atravesó 10 días con más de 30°C por casi 90 horas.
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"Dos semanas atrás, la soja de primera estaba allí un 100% bajo condiciones muy buenas y a principio de esta semana estaba el 20% regular y resto en condiciones buenas; en soja de segunda hay un 20% malo y 30% regular cuando dos semanas atrás también estaba el 100% en condiciones muy buenas", reseñó el jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR, Cristian Russo.
Como resultado, esta semana empezaron a perderse cuadros de soja de segunda en región núcleo, por ejemplo, en Pergamino (Buenos Aires), el área de soja de segunda está en condiciones malas un 20%, regular un 60% y un 15% perdido.
"Para los 10 millones de hectáreas que conforman la región núcleo esta ola de calor significa una pérdida aproximada de agua en el suelo de ocho milímetros (mm) diarios", indicó la BCR, con lo cual, "la región núcleo perdió por evapotranspiración un valor cercano a los 80 mm en 10 días, cuando sólo la mitad de la región superó en la primera quincena de enero lluvias por sobre los 75 mm".
Incluso en zonas con mejor milimetraje hubo estrés térmico en los cultivos.
"El golpe de calor en período crítico afecta el rendimiento aún con buen estado hídrico en los suelos", explicaron técnicos de la zona de Pergamino, según Russo.
En ese sentido, agregó que "los cultivos de segunda, o sea los que se sembraron en diciembre sobre legumbre o coberturas, están una situación muy vulnerable; ni hablar los que se implantaron sobre gramíneas como trigo o cebada, que están con irreversible pérdida de crecimiento".
Respecto de la soja de primera (50% regular; resto bueno), el informe que serán "de un 20% a 30 % promedio, aunque en ambientes más restrictivos pueden llegar al 50%".
"En distintos puntos de la región núcleo coinciden en que las pérdidas serían de un 20% a 30% del rinde potencial y sólo en las áreas con mejores reservas hídricas esa pérdida mostraría un rango más amplio: de 10% a 30%", precisó.
Finalmente, el jueves llegaron las lluvias y hasta ayer ya había acumulados de lluvia de hasta 80 mm en la región núcleo, y "los pronósticos vuelven a mostrar lluvia, vamos a estar con varios días, incluso pueden llegar a ser más generales, con más volumen", consideró Russo en diálgo con Télam.
"Veníamos para tener un potencial realmente muy importante, 52 millones de soja y 59 millones de maíz, que podían llevar a escalar realmente en forma importante la campaña, pero estos 15 días sucedió lo que nadie quería, fueron muy críticos, no solamente para la región núcleo, sino para toda la región pampeana", se explayó.
En línea similar, la jefa de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Cecilia Conde, indicó hoy a Radio Rivadavia que "estos 15 días de mucho calor puso en duda la cosecha récord".
No obstante, resaltó que "sin lugar a dudas que crecer vamos a crecer en cosecha", ya que "nada es comparable con el fatídico año pasado".
Con información de Télam