La siembra de soja de primera en el centro y norte de Santa Fe se inició esta semana con las primeras 63.000 hectáreas, sobre una estimación para la presente campaña de más de un millón de hectáreas, a la vez que se retomó la implantación de los lotes con girasol y maíz.
El informe semanal que elaboran el Ministerio de la Producción de la provincia y la Bolsa de Comercio de Santa Fe indicó que todas las actividades fueron posibles debido a la presencia de humedad en la cama de siembra, a diferencia de lo ocurrido en las últimas semanas.
En el caso de la soja, los productores informaron una intención de siembra de 1.050.000 hectáreas, cantidad que en parte aumentó debido a que hubo dificultades en la última parte del período de siembra de girasol y maíz por la sequía.
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En ese sentido, gracias a las lluvias de las dos últimas semanas pudieron retomarse las labores de siembra de girasol, cultivo que hasta ahora cubrió un total de 90.170 hectáreas, lo que representa el 68% de las 132.600 estimadas al inicio de la campaña.
La misma situación se da en los campos destinados al maíz temprano, que alcanzan hasta el momento las 52.250 hectáreas, es decir el 55% de las 95.000 proyectadas.
De todas formas, el informe señala que se trata de "fechas atrasadas y no óptimas", ya que las tareas estuvieron paralizadas durante cinco semanas y recién se pudieron reanudar cuando los suelos recibieron precipitaciones.
En cuanto a la cosecha de trigo, las actividades continuaron en la primera parte de la semana y debieron interrumpirse como consecuencia de las lluvias.
Hasta el momento se han recogido el 20% de los lotes, es decir unas 87.000 hectáreas del total de 436.500 sembradas.
Los rendimientos promedio continuaron con valores similares a los del comienzo, con entre 10 y 15 quintales por hectárea, con algunos lotes puntuales que oscilaron desde 23 a 25 quintales.
Los mejores rendimientos se dieron en regiones donde las lluvias fueron más homogéneas durante todo el ciclo del cereal, pero en las áreas en que fueron insuficientes, como en el oeste de la provincia, los resultados fueron menores y variaron desde 6 a 8 quintales.
El 40% de los trigales se encontró en estado bueno, con algunos lotes muy buenos, un 35% regular y un 25% malo, y en estos últimos casos las últimas precipitaciones "no modificarían sus condiciones debido a que en un alto porcentaje los cultivares se encontraban en estadios finales de desarrollo".
Con información de Télam