El Banco Mundial respaldó hoy la mirada que tiene el nuevo Gobierno sobre los principales problemas económicos a resolver y ofreció ayuda técnica y financiamiento para morigerar y reducir la pobreza en el país.
El punto discordante respecto a las iniciativas que impulsa el presidente electo Javier Milie pasa por la posibilidad de reducir a cero la obra pública, ya que en el organismo multilateral sostienen que existen iniciativas que son "fundamentales y el Estado las debe financiar".
En una rueda de prensa brindada esta tarde en un hotel del centro porteño, el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina, Carlos Felipe Jaramillo, y la directora del organismo para Argentina, Paraguay y Uruguay, Marianne Fay, dieron detalles de la actividad que desarrollaron durante su visita al país, periodo en el que mantuvieron reuniones con autoridades económicas de la nueva administración.
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Los encuentros de esta semana con el equipo del futuro gobierno fueron la continuidad de los mantenidos la semana pasada en Washington, que fueron encabezados por el designado ministro de Economía, Luis Caputo.
Los funcionarios del Banco Mundial se mostraron satisfechos con las reuniones y por la coincidencia de diagnóstico, en términos generales, sobre la situación de Argentina y las reformas que necesita transitar en los próximos meses.
Coincidimos especialmente en la necesidad de atacar el problema fiscal, que es la causa última del tema inflacionario y les expresamos la preocupación sobre el tema de la pobreza y su posible acentuación en el corto plazo, señaló Jaramillo.
Al respecto, agregó: "Ofrecimos nuestro apoyo tanto para asistencia técnica como financiación, si llega a ser necesario para programas de contención social. Expresamos nuestra intención de brindar refuerzos ya que la situación puede ser aún peor.
En ese marco, los directivos recordaron que el organismo tiene con Argentina una cartera vigente de US$8.600 millones para distintos programas, de los cuales aún faltan desembolsar US$4.500 millones.
Sin brindar mayores precisiones, los directivos del Banco Mundial dejaron entrever que las partidas podrían ampliarse eventualmente.
El Banco Mundial expresó así un fuerte apoyo a la administración entrante. En las conversaciones que mantuvimos hemos visto a los nuevos funcionarios muy conscientes de estos enormes desequilibrios y de la importancia de resolverlos. Tenemos un diagnóstico muy parecido al de ellos, sostuvo Jaramillo.
Los funcionarios del organismo multilateral hicieron un repaso por el derrotero económico del país en los últimos años y resaltaron que Argentina creció en el último lustro a un promedio de 0,2% anual, mientras que los países de América Latina marcaron un incremento promedio de 1,3% en similar período.
De acuerdo con la mirada del Banco Mundial, el país viene creciendo muy por debajo de su potencial y eso se debe, fundamentalmente, a los desequilibrios macroeconómicos que se explican por el casi crónico déficit fiscal y por el fuerte aumento del gasto ocurrido en las últimas décadas.
En América Latina en general y en Argentina en particular hay un gran problema de ineficiencia del gasto público. Hay que gastar mejor, no necesariamente más, dijo Fay.
De cara al futuro, Jaramillo consideró que en la medida que se logre bajar la inflación, deberían mejorar mucho las perspectivas y el panorama de generación de empleo.
Destacó sectores con potencial de crecimiento: Agricultura, minería, gas, hidrocarburos, turismo, vino, áreas reconocidas internacionalmente que pueden florecer en un ambiente más estable.
La lucha contra la pobreza y el crecimiento económico con generación de empleo siguen siendo las principales preocupaciones del Banco Mundial, advirtieron los directivos.
En relación la posibilidad de que se decida una dolarización de la economía, las autoridades del BM dijeron que no hablaron puntualmente de esta cuestión con el equipo económico.
Al respecto, Marianne Fay advirtió que el punto fundamental es que, dolarizando o no, hay que arreglar el problema fiscal.
Respecto a la inversión en infraestructura, Fay advirtió que hay obras que son fundamentales y que el Estado las debe financiar y, a pesar de considerarlo virtuoso, explicó que el modelo de Participación Público Privada (PPP) en los países que mejor funcionan cubren tan solo el 30% de las necesidades totales en materia de infraestructura.
Esta mirada es divergente con la de Milei que, en más de una ocasión, afirmó su objetivo de máxima de llevar la obra pública a cero y delegar en manos del sector privado esa tarea clave para el desarrollo del país y la generación de empleo.
Más allá de esta diferencia puntual, el respaldo general del Banco Mundial al nuevo gobierno se sumó así al que en los últimos días realizaron autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Hoy, la vocera Julie Kozack afirmó que el FMI "está comprometido" con las nuevas autoridades argentinas que asumirán el 10 de diciembre y abogó por la puesta en marcha de "un plan de estabilización fuerte, creíble y con apoyo político".
Allí consideró además, que "un Banco Central fuerte y creíble es necesario en esta etapa en la que la Argentina necesita reducir la inflación".
Para Kozack, la Argentina enfrenta una situación económica muy "desafiante y muy compleja. La inflación es muy alta y las reservas son extremadamente bajas, en un contexto de condiciones sociales muy frágiles".
Con información de Télam