César "Lolo" Regueiro, la víctima fatal de la violencia policial en el estadio de Gimnasia y Esgrima La Plata, "estaba con sus nietos de 5 y 6 años en la popular cuando empezaron a tirar gases, los nenes le dijeron que no podían respirar y él se desesperó", relató con dramatismo su hijo Sergio, al día siguiente de los serios incidentes provocados por la represión policial.
"Estaban a punto de salir, pero la policía volvió a tirar gases. Quiso irse, no pudo. Ahí se descompuso y cayó al piso. Estamos todos en shock. El ministro (de Justicia) Julio Alak nos llamó y se puso a disposición", contó a la prensa en la puerta de su casa en La Plata.
"Lolo" Regueiro, de 57 años, sufrió una descompensación producto de la atmósfera irrespirable por los gases lacrimógenos, fue atendido en el lugar y trasladado en ambulancia privada al hospital San Martín, donde llegó sin vida, según el parte del Ministerio de Salud de la provincia.
"Nos criamos juntos, no puedo creer lo que pasó. Él se dedicaba a los hijos y nietos. No estaba enfermo, tenía un poco de exceso de peso, pero estaba 10 puntos", contó su primo hermano en medio del dolor por la absurda pérdida.
La muerte del hincha de Gimnasia, ocurrida tras la suspensión del partido con Boca Juniors a los 9 minutos del primer tiempo, fue condenada en comunicados oficiales por ambos clubes y también por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), entre otros.
El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires calificó de "inadmisible" lo sucedido en la noche platense y anunció que el jefe del operativo (Juan Gorbarán) fue apartado de la fuerza "para que se pongan todos los elementos a disposición del fiscal que está interviniendo".
Además de la persona fallecida, ocho simpatizantes lastimados fueron atendidos en dos hospitales de La Plata, según el parte del Ministerio de Salud provincial, aunque el propio Pellegrino y testigos de los disturbios aseguraron que los heridos por balas de goma fueron decenas.
Durante los primeros minutos del partido, que enfrentaba a dos aspirantes al título en la Liga Profesional, la policía bonaerense reprimió a la multitud que se encontraba en las afueras de la cancha con intención de ingresar -algunos sin entradas- y el humo de los gases lacrimógenos provocó un desbande dentro del estadio.
Miles de hinchas, tras comprobar que las salidas estaban cerradas por disposición del operativo de seguridad, tuvieron que saltar al campo de juego para poder escapar del ahogo y el ardor generado por los gases.
La justicia investiga si los incidentes pudieron estar generados por una sobreventa de entradas para el partido, hecho que fue rotundamente desmentido por el presidente de Gimnasia, Gabriel Pellegrino, cuya entidad se presentará como querellante en la causa que investiga lo ocurrido en el Bosque.
Con información de Télam