Luthier Blues, el nuevo ídolo del turf argentino

02 de julio, 2022 | 13.49

(Por Milo Taboada).- En la historia del turf argentino han existido muy buenos caballos pura sangre pero pocos fueron ídolos del público burrero. Yatasto recibió esa condición en los años '50 con el primer peronismo, Forli hizo lo propio en los '60; Telescópico la mereció tras ganar la famosa Cuádrupe Corona en 1978 y Candy Ride, que enamoró a todos hasta 2003 cuando fue vendido a Estados Unidos, país donde llegó a ser un padrillo de lujo.

El turf argentino ve con asombro hoy la idolatría que despierta Luthier Blues, un hijo de Les Blues y House Rules, criado en el haras El Paraiso, que tiene la manía de ganar por demolición en la distancia de los 1.000 metros. Es un zaino de 4 años, que ostenta una campaña de 13 victorias oficiales sobre 19 carreras.

Viene de ganar sus últimas nueve carreras de manera consecutiva. Cada vez la distancia con sus rivales es mayor y se ha convertido en la mayor atracción de la hípica nacional.

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Los jinetes se relamen para correrlo. Hacen fila para subirse a su montura. Es un ídolo sin pie de barro.

Su entrenador es Gonzalo Sarno, un sencillo cuidador de la ciudad de Azul que después de cada carrera deja abierta la posibilida de modificarle la distancia. "Por ahora seguimos en la recta", aclara.

Y es en la recta donde Luthier Blues sacó patente de ídolo. Largue bien o largue mal, como le pasó en su última actuación en el Gran Premio Estrellas Sprint en Palermo, el hijo de Le Blues es una máquina de correr de los 500 metros al disco. No hay forma de seguirlo y no tiene ya rivales en ningún punto del país. La gente comienza a aplaudir en la mitad de la recta. Por seis, por siete y por ocho cuerpos cruza el disco con total solvencia.

Lo corra el jockey Brían Enrique o Rodrigo Blanco, Luthier Blues se dispara solo a medida que la carrera avanza en su desarrollo. Es un zaino muy manso que se pone cariñoso y contento cuando intuye que va a correr. Y es en la pista donde se siente más cómodo y feliz. Es imbatible y según parece ya hay ofertas del exterior para comprarlo. ¿Lo venderán a Estados Unidos o viajará a Arabia Saudita?

El pasado sábado 25 de junio, tras haber ganado por seis cuerpos de ventaja sobre Breve Mensaje, su entrenador afirmó: "Haremos lo mejor para el caballo. Nos apasiona venir a Palermo y sentir los aplausos del público. Por el momento escuchamos ofertas pero no hemos decidido nada".

Nació el 13 de septiembre de 2017 y hoy corre para la caballeriza Kirby´s. Su propietario es Walter Roldán, un humilde señor de la ciudad de Azul que se emociona y llora en cada presentación de su caballo.

En su último triunfo en Palermo, Walter Roldán aseguró: "No tengo ningún apuro por venderlo y, además, no sé si queremos venderlo. El caballo es como de la familia. Y uno nunca quiere que un hijo se vaya de casa, ¿no es así?".

Walter Roldán y Gonzalo Sarno escuchan, hablan, piensan pero no tienen ninguna decisión tomada. Cambiarle la distancia es una opción bastante factible. Luthier Blues ganó hasta hoy unos 19.182.700 pesos en premios sobre un total de 19 carreras.

En la ciudad de Azul todos están pendientes de Luthier Blues. "La gente siente al caballo como algo propio. Es, quiera o no, el caballo es de todos. Y eso es algo fantástico", agregó Roldán.

Basta con ir a verlo para comprobar cómo nace y se desarrolla una relación amistosa, de cariño, entre un caballo y su público. Es una historia de afecto, de pasión y de mucho Amor. La hípica nacional necesitaba un caso como el de Luthier Blues, quien siempre tiene ganas de correr y vaya si corre.

"En el campo hay que pararlo un poco porque tiene una energía extraordinaria", señaló Gonzalo Sarno, un entrenador que por supuesto fue el primero en asombrarse con la clase del zaino: "Es un pingo de lujo. Por lo que corre y por como se ha hecho querer".

De aquí en más la historia sigue y ojalá que sea con final feliz. Luthier Blues está en el corazón de la gente. No es poco para estos tiempos tan complicados.

Con información de Télam