El Gran Premio Carlos Pellegrini es la carrera más atractiva del año hípico porque consagra al mejor fondista del turf argentino, y mañana a las 19.30 todas las teorías le darán paso a la realidad: Durazzo, un hijo de Fortify, irá por la hazaña y Miriñaque, un hijo de Hurricane Cat, buscará la gloria después de haber intentado suerte en el exterior.
Durazzo cuenta con un récord de siete triunfos oficiales sobre 10 corridas y viene de ganarle por cuatro cuerpos a Dalbonell en 2m 27s 00/100 para los 2.400 metros de césped en San Isidro.
Miriñaque tiene una foja de ocho victorias oficiales sobre 17 carreras. Viene de ganar el Gran Premio Dardo Rocha por 4 cuerpos sobre Lagarto Boy en 2m 29s 28/100 para los 2.400 metros de arena normal en el hipódromo de La Plata.
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Su viaje por Estados Unidos, Arabia Saudita y Uruguay no fue bueno. A su regreso al país comenzó una nueva etapa que fue muy exitosa. Por ejemplo terminó ganando el Dardo Rocha.
Ambos caballos son fondistas naturales y ambos fueron corridos por el jinete brasileño Francisco Leandro Goncalves. En esta ocasión el piloto decidió quedarse con Durazzo en una decisión bastante incómoda para él. La gente del stud Parque Patricios eligió al jinete paraguayo Eduardo Ortega Pavón para correr a Miriñaque.
Los dos caballos está en un buen momento y la diferencia es que Durazzo tiene cuatro años y Miriñaque ya tiene seis. No es una diferencia fundamental pero es bueno tenerla en cuenta. Rubén Quiroga, el entrenador de Durazzo, aseguró en las últimas horas que "llega con los 10 puntos a esta carrera, está descansado y con hambre de gloria".
Estos dos caballos no estarán solos. Está también Niño Guapo, un hijo de Catcher In The Rye que acaba de ganar el Gran Premio Nacional en el hipódromo de Palermo por cuatro cuerpos a El Musical en un registro de 2m 33s 55/100 para los 2.500 metros de arena.
El pupilo del entrenador Roberto Pellegatta será montado por el jockey William Pereyra y tiene un récord de cuatro triunfos oficiales sobre siete salidas. Es un fondista clásico y habrá que ver cómo corre en el césped.
El Musical también merece estar entre los indicados. Ganó la Polla de Potrillos en Palermo, fue segundo en el Gran Premio Jockey Club -fue distanciado injustamente por una molestia sobre Natán que origino un escándalo de grandes proporciones- y terminó segundo en el Gran Premio Nacional.
Su entrenador es Miguel Cafere y su jockey es el cordobés Juan Cruz Villagra. Le gusta correr en la punta y anda con sed de revancha por aquella sanción que recibió del Comisariato de San Isidro en el Jockey Club. Cuidado porque puede ser un protagonista clave en el desarrollo de la carrera. Su récord habla de tres victorias oficiales sobre ocho competencias.
Estos cuatro caballos mencionados son, en la teoría, los indicados para definir la gran carrera. Durazzo es el caballo del momento, Miriñaque el de mayor experiencia, Niño Guapo es una sorpresa cantada y El Musical juega su última carta en busca de justicia.
Son 2.400 metros de emoción pura por la calidad de sus protagonistas. Los otros anotados son Dreaman, Mr Globalizado, Jazz Seiver, Keino, The Punisher, Irwin, El Cid Campeador, Hacer un Puente, Don Tigre, El Eminente -un lindo lance- y Billión.
Si bien en este tipo de carreras se suele dar la lógica, siempre hay un margen para que alguno de los mencionados dé una enorme sorpresa. El turf tiene una frase histórica: "Las carreras hay que correrlas". No sería la primera vez que sucediera un batacazo.
Dentro de la lógica Durazzo es el caballo favorito, el que tiene una gran actualidad y que además cuenta con la monta de Goncalves, el líder de la estadística de San Isidro, Palermo y La Plata.
Es una carrera intensa en la teoría, llena de alternativas y con caballos de primer nivel jerárquico. Es casi una obligación verla.
Con información de Télam