Una Corte Federal de tres miembros encabezaba esta noche la audiencia judicial decisiva para resolver la situación migratoria del número 1 del tenis mundial, Novak Djokovic, a un día del inicio del Abierto de Australia.
El máximo campeón del primer Grand Slam de la temporada espera el fallo que revocará o confirmará la denegatoria de su visa, dispuesta el viernes por el ministro de Inmigración, Alex Hawke, y determinará al cabo su presencia o no en Melbourne Park.
Alojado por segunda vez desde el sábado en un centro de detención de inmigrantes, el serbio fue traslado desde ese lugar hasta las oficinas de su representación legal para seguir la mediación.
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La audiencia se realiza en forma virtual con un cuerpo de tres jueces que darán su veredicto: el presidente James Allsop, Anthony Besanko y David O'Callaghan.
Después de la exposición de los abogados defensores y mientras se cumplía el alegato de los abogados del gobierno de Australia, la mediación transmitida en directo por la red social You Tube podía ingresar en una pausa por el horario del almuerzo.
La composición del jurado y el escaso margen de tiempo hasta el inicio del torneo, previsto para la mañana del lunes australiano (noche de domingo en Argentina), determinan que el fallo emitida sea prácticamente inapelable para las partes.
Djokovic se expone a la deportación y a una sanción de tres años sin poder ingresar al país oceánico en caso de un revés en los estrados.
Su abogado Nick Wood centró su presentación en el hecho de que el ministro Hawke no buscó las opiniones actuales de Djokovic sobre la vacunación antes de cancelar su visado.
Remarcó que el funcionario "acepta que no sabe cuáles son las opiniones actuales" del tenista y basó su creencia en la opinión expuesta durante un informe de la cadena BBC, de abril de 2020, antes de que las vacunas contra el Covid-19 se hubieran desarrollado, probado y administrado en todo el mundo.
La defensa del número 1 del mundo consideró "irracional" el argumento de que la permanencia de Djokovic en el país para jugar al tenis pueda fomentar en sentimiento antivacunas.
Durante el transcurso de la audiencia, un grupo de 20 personas con banderas y camisetas serbias se concentró en la puertas de las oficinas del Circuito Federal y Tribunal de Familia de Australia en Melbourne.
A su turno, el abogado del gobierno, Stephen Lloyd, le aclaró al presidente de la corte que el ministro, con su decisión sobre la visa de Djokovic, buscó "evitar poner en riesgo la salud de los australianos".
El titular del Tribunal Supremo le advirtió sobre la posibilidad de que haya manifestaciones masivas contra la vacunación si se determina la deportación del nueve veces campeón del Aus Open.
Lloyd contestó que si bien el ministro reconoció que "podrían surgir disturbios" por la cancelación de la visa de Djokovic, por otro lado existía la preocupación de que alentaría el sentimiento contra la vacunación "no solo entre los antivacunas" sino "entre la comunidad australiana.
Por esa razón, entendió que la medida del gobierno federal fue "racional" más aún al contemplar que el tenista "tiene un historial reciente de ignorar las medidas de seguridad contra el Covid e incluso cuando estaba infectado y había recibido una prueba positiva, realizó una entrevista y una sesión de fotos y se quitó la mascarilla".
Djokovic supo que era positivo de Covid el 19 de diciembre pasado, participó luego de actividades sociales y utilizó ese diagnóstico para conseguir una exención médica que lo habilitara a jugar el Abierto sin estar vacunado.
En su declaración de ingreso a Australia, el serbio respondió "no" a la pregunta de si había viajado en los 14 días anteriores cuando ciertamente estuvo en Marbella, España, desde donde llegó a Melbourne vía Dubai.
Al pisar el aeropuerto de esa ciudad del estado de Victoria, agentes de Inmigración le informaron sobre un problema con su visado, lo interrogaron en una sala y desde allí lo trasladaron por primera vez al Park Hotel, donde permaneció detenido desde el jueves 6 al lunes 10.
Ese día, el serbio obtuvo una victoria parcial cuando un tribunal de Melbourne le restituyó el pasaporte y ordenó su libertad, lo que le permitió entrenarse mientras el expediente siguió su curso.
Pero el viernes, a menos de 72 horas del inicio de la competencia, el Gobierno canceló su permiso de estadía por segunda vez y el conflicto, ya derivado a la Justicia federal, ingresó en un punto de máxima tensión.
Djokovic, de 34 años, llegó a Australia con el objetivo de marcar un nuevo récord en la historia del tenis: alcanzar los 21 títulos de Grand Slam y despegarse del español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer -ausente en esta edición-, con quienes comparte ese privilegio.
Con información de Télam