(Por Sergio Goycochea*, especial para Télam desde Qatar).- La Copa del Mundo tiene un famoso partido bisagra, los cuartos de final, porque de su resultado depende la percepción de la campaña de un seleccionado siempre candidato como lo es el argentino.
Si se pierde ese partido, queda la sensación de una participación pobre y si se lo gana, entonces ya está cumplido el primer objetivo: ingresar entre los cuatro primeros y garantizar la competencia hasta el último fin de semana.
Por lógica, a medida que avanzan las fases del Mundial uno se encuentra con rivales más complicados y Países Bajos no es la excepción. Espero un partido difícil, como debe ser en esta instancia.
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Los neerlandeses tienen una idiosincracia futbolística bien definida, que viene de la escuela del Ajax, con un juego asociado y buen toque. La batalla táctica de este partido será muy imporante, teniendo en cuenta la experiencia y la trayectoria de Louis Van Gaal.
Es un DT que piensa muy bien los partidos, que seguramente tenga estudiado al equipo argentino y sepa por dónde hacerle daño, pero del otro lado hay un entrenador como Lionel Scaloni que ha demostrado mucha lucidez para plantear cada partido y descuento que no dejará detalle librado al azar al momento de definir la formación.
Al margen de lo que suceda con Rodrigo De Paul, si puede jugar o no, Argentina viene creciendo, ha recuperado el nivel de algunos jugadores como Cuti Romero, por ejemplo, y hay algunas confirmaciones alantadoras como Enzo Fernández y Julian Álvarez.
Y por supuesto, la Selecciòn tiene la enorme ventaja que significa Leo Messi, que puede ser intermitente en algunos momentos del partido, pero siempre representa una solución.
Van Gaal dijo que es un futbolista que no participa del juego si no tiene la pelota, pero creo que esa es una forma que ha encontrado Lionel de jugar en esta etapa de su carrera. De esa manera destrabó los partidos con México y Australia en este Mundial.
No pasa por una actitud de no querer participar sino por una estrategia de buscar espacios para que, cada vez que Argentina recupera la pelota, pueda estar en posición de sacar ventaja con su habilidad. Me parece muy positivo que Messi no participe en el juego de forma activa si después es capaz de ser la carta decisiva para hacer la diferencia.
* Sergio Goycochea defendió el arco del seleccionado argentino en los Mundiales Italia '90 (subcampeón) y Estados Unidos '94 (octavos de final). Fue dos veces campeón de la Copa América (Chile '91 y Ecuador '93), ganador de la Copa Rey Fahd '92 y de la Copa Artemio Franchi '93. Disputó 44 partidos con el buzo de la Selección entre 1987 y 1994.
Con información de Télam