Efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires reforzaron la seguridad en la previa del Superclásico entre River y Boca, y se produjeron incidentes en las inmediaciones del Más Monumental con el accionar de las fuerzas de seguridad.
A falta de 40 minutos para el partido programado para las 17, el Más Monumental lució prácticamente completo y los efectivos recibieron la orden de agudizar los controles, especialmente sobre la calle Udaondo, en la intersección con la Avenida Libertador.
Las autoridades del club de Núñez anunciaron que un total de 84.567 espectadores confirmaron su presencia, en una marca récord para un Superclásico.
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En ese entonces se produjeron corridas por las balas de goma de la policía que generaron tensión en la zona. Los efectivos armaron un cordón y cerraron el tránsito en la Avenida Libertador, algunos parados con escudos y cascos, y otros en recorrida con motocicletas.
Una vez dispersados los hinchas, con la detención de algunos casos particulares, la policía liberó un carril, mano a General Paz, sobre Libertador.
La organización y planificación del Superclásico quedó a cargo de la dirección de Eventos Masivos, con la participación del Departamento de Fútbol, la División Contravenciones y Faltas, y las Superintendencias de Motorizada y Orden Urbano, según informó el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Las puertas del Más Monumental se abrieron a las 13 y se dispusieron tres anillos de seguridad para los diferentes controles, que incluyeron a un total de 1.500 efectivos de la Policía de la Ciudad.
El Barrio River se cerró a partir de las 9 y sólo tuvieron ingreso los residentes de cada vivienda.
Con información de Télam
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