Los volantes Walter Montoya, de Rosario Central, y Pablo Pérez, de Newell's Old Boys, dieron una rueda de prensa conjunta de cara al clásico de la ciudad, que se jugará el jueves por la novena fecha de la Liga Profesional, con un llamado a vivir el partido en un clima de buena convivencia y tranquilidad.
"Hoy estamos acá y nos hacemos los buenitos y el jueves nos vamos a matar", sorprendió Pérez entre risas a Montoya en la conferencia de prensa ofrecida esta tarde por la Liga Profesional en un hotel del barrio La Granada, en el sur de Rosario.
"Lo que dije era una broma. Vamos a jugar a ganar los dos porque el clásico es el partido más importante del año, el primero que miramos cuando sale el fixture y porque la violencia es lo que opaca el clásico, por eso tenemos que pensar que es un partido y que tenemos que bajar un cambio, que sea una cargada, algo de folclore y nada más", aclaró luego Pablo Pérez.
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A su lado, el chaqueño Montoya advirtió: "Estamos creciendo como equipo con (el entrenador) Carlos (Tevez) en estos dos últimos partidos, me siento muy cómodo en esta nueva posición, estamos trabajando muy bien y sabemos dónde lastimar a Newell's".
Rosario, la ciudad irremediablemente partida al medio por la pasión por las dos camisetas del barrio grande, desteje frenéticamente las horas que la separan del partido más esperado del año, el primero que miran los hinchas cuando sale el fixture.
Este fin de semana los muchachos de la M, la plaza con una canchita del barrio Tiro Suizo, en el sur rosarino, jugaron el clásico de 7 en la previa a cada "derby" que esta vez ganaron los de Central. "Me quedó y la empujé, pero siempre les hago goles", declaró Tomás, el autor del gol de la victoria, al portal Info Canaya.
Ayer, la reserva de Newell's venció 2-1 a la de Central en el Coloso Bielsa, con goles de Julián Aquino y Nazareno Fúnez, quien declaró este mediodía que "hacer un gol en un clásico es una sensación increíble". Los "rojinegros" ganaron en el final de un partido al que solo ingresaron dirigentes e hinchas allegados a la comisión directiva y que celebraron como un desafío de barrio.
Y anoche, miles de hinchas "rojinegros" ocuparon ayer una gran parte del estadio Coloso Bielsa, en el Parque Independencia, en el tradicional "banderazo", el encuentro en el que se convocan para saludar a sus jugadores en la previa de cada clásico.
Los simpatizantes "rojinegros" llenaron las dos tribunas doble del estadio: la popular Diego Armando Maradona, que da espaldas al Hipódromo, y la platea Este, que da al Museo Histórico Provincial Julio Marc.
Los jugadores de Newell's salieron a la cancha a saludar a sus hinchas con la excepción del zaguero Cristian Lema, afectado por un cuadro gripal, acompañados por un puñado de dirigentes, mientras desde el club arrojaban fuegos artificiales.
El entrenador Marcelo Bielsa, uno de los mayores ídolos de Newell's, cumplirá este jueves 67 años. En Rosario circula un mito urbano que, cuentan sus apologistas, asegura que "Bielsa apostó cortarse un dedo antes que perder el clásico".
Y hoy hace 15 años que el dibujante, escritor y humorista de Central Roberto Fontanarrosa se mudó a "la tercera bandeja" del Gigante de Arroyito, por eso en el barrio celebran el "Día del Amigo Canalla". Justamente el "Negro", un futbolero de aquellos, tenía un mensaje premonitorio contra la violencia: "El clásico es a muerte dentro de la cancha, pero cuando terminó, terminó".
Con información de Télam