(Enviados especiales) En la cuenta regresiva del partido de octavos de final, los hinchas argentinos se concentraron en diferentes puntos de Doha y la villa de Katara, que hace una semana ardió con el recital de Ciro y Los Persas, se pobló hoy nuevamente de camisetas "albicelestes".
Hay que matar la ansiedad hasta que el polaco Szymon Marciniak haga sonar su silbato a las 22:00 en el estadio Ahmad bin Ali del municipio de Al Rayyán, al noroeste de la capital qatarí.
A unos 20 kilómetros de allí, en la extensión de la bahía de Doha, el puerto de Katara se ofrece como una escenografía ideal para la distracción. Detrás de su renombrado centro cultural, que marca el pulso nocturno en cada jornada, se abre un paseo marítimo para relajar la vista.
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Las barcazas que remiten al origen de esta nación anfibia se suspenden sobre el agua del Golfo Pérsico con el majestuoso fondo que propone la moderna arquitectura de West Bay, el centro administrativo de la ciudad.
Cada una de ellas lleva como vela una bandera de los países que participan de la Copa Mundial de la FIFA y por capricho del viento, que mueve amablemente las embarcaciones, las de Argentina y Australia quedan aparejadas en una metáfora perfecta de lo que ocurrirá esta noche en Al Rayyán.
El sol pega fuerte en el mediodía local, con una temperatura superior a los 30 grados pese a la cercanía del invierno, por eso muchos hinchas eligen pasar las horas sentados en las mesas del corredor gastronómico enfrentado al golfo.
Bajo la sombra, la brisa acaricia e invitar a contemplar en el horizonte a los yates que parten desde La Perla, el archipiélago artificial que concentra la mayor riqueza del emirato.
Otros optan por desafiar al calor y recorren el paseo de artesanías próximo a la orilla o se internan en uno de los muelles para escuchar el murmullo del agua.
La presencia de Di María y el hipotético camino hacia la final de Qatar 2022 domina el pensamiento de los argentinos, ya sin el temor que despertó la derrota con Arabia Saudita en el estreno.
Todos están preparados para vivir una fiesta antes, durante y especialmente después del partido con Australia.
Con información de Télam
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