(Por Sergio Goycochea, especial para Télam desde Qatar).- Mi experiencia en el fútbol indica que todos los debuts generan un poco de intriga e incertidumbre, pero tipo de partidos como el que va a encarar mañana la Selección generan algo muy especial porque es el máximo debut al que puede aspirar un jugador.
Es cierto que este martes el equipo estará compuesto por muchos jugadores sin experiencia en compromisos de esta naturaleza, pero creo que lo van a poder asimilar bien porque vienen de un proceso largo que inspira mucha confianza.
El entrenador también debutará en una Copa del Mundo pero es el padre de este proceso y eso también es un motivo para tener tranquilidad, especialmente para manejar las ansiedades internas.
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En este marco, cuenta el aspecto individual porque es un tema emocional y cada jugador la vive de forma diferente, de acuerdo a cómo está construido emocionalmente.
Es normal que un futbolista, antes de debutar en el Mundial, se haga un montón de preguntas, que juegue el partido 200 veces en su cabeza, ocurre siempre en la previa de una instancia como la de mañana.
En lo deportivo, ganar en el debut en una competencia corta como un Mundial es importante porque te marca el rumbo para la clasificación.
Tengo la experiencia de haber participado en dos ediciones. En Italia '90 arrancamos perdiendo contra Camerún y nos quedamos sin margen de error, ya no había posibilidades de volver a perder.
Frente a ese escenario cobra mucha importancia el aspecto anímico porque no existen los plazos extensos para recuperarse del golpe, entonces si una eventual derrota afecta demasiado en la moral del equipo, está el riesgo de quedar afuera, con la carga que lleva la Argentina por ser claro favorito en este partido inaugural.
El equipo tiene que tratar de ganar con claridad y contundencia, en lo posible por una diferencia de gol importante, para terminar de redondear una gran actuación que influya de forma positiva para lo que viene.
Ese peso del favoritismo y la exigencia es algo con lo que siempre debe convivir el seleccionado argentino, sobre todo en un debut, pero la mayor tranquilidad que hay que tener en momentos como estos es que el equipo está formado a través de un proceso, se sacó una mochila importante habiendo ganado la Copa América y la Finalissima con Italia, entonces, creo que hay razones para ser optimistas.
A los jugadores les diría que lo disfruten, es un lindo momento, seguramente estén los nervios y los cosquilleos en la panza, pero eso no hace más que certificar la pasión que sienten por el fútbol.
A medida que se vayan acercando las horas, que suban al micro y bajen en el vestuario y salgan a hacer el calentamiento, todas esas cosas que jugaron en la cabeza se van disipando y comenzará un partido de fútbol, ni más ni menos que eso.
Sergio Goycochea defendió el arco del seleccionado argentino en los Mundiales Italia '90 (subcampeón) y Estados Unidos '94 (octavos de final). Fue dos veces campeón de la Copa América (Chile '91 y Ecuador '93), ganador de la Copa Rey Fahd '92 y de la Copa Artemio Franchi '93. Disputó 44 partidos con el buzo de la Selección entre 1987 y 1994.
Con información de Télam