El rugby es el deporte principal de Nueva Zelanda, con los exitosos All Blacks como máximos exponentes, pero el fútbol copó la escena por las calles y los bares de Auckland, la sede de la fiesta de apertura del Mundial Femenino de la FIFA.
Varias de las selecciones que pasaron por esta ciudad, en especial Estados Unidos y España por sus futbolistas estrellas y Argentina por su cultura futbolera, tuvieron mucho éxito con un público poco acostumbrado a la redonda.
En el partido inaugural, las Football Ferns consiguieron una victoria histórica ante Noruega con récord de público para fútbol (masculino o femenino) en el estadio Eden Park: 42.137 espectadores.
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Los locales deliraron con el primer triunfo para su país en un Mundial y disfrutaron de una fiesta con sus jugadoras.
En los restaurantes y bares del centro, todos los televisores pasaban los encuentros del Mundial que se jugaban en otras sedes o en la misma ciudad. Cerveza y fish & chips -típico de los británicos- es lo que más sale en un lugar con mayoría de migración asiática y de la India que impone su gastronomía.
Si de hinchadas se trata, el partido debut de Argentina contra Italia fue el de mayor música, color y aliento en el Eden Park, algo que en Oceanía ni en otras partes del mundo se consigue.
Los argentinos, muchos que viven acá hace años, los más jóvenes que están con la visa 'work and holidays', los pocos que pudieron pagar un pasaje hasta Nueva Zelanda y venir a ver a la Selección de Portanova, todos cantaron en la previa y durante el juego para apoyar: "Muchachos", "El que no salta es un inglés", "El que no grita Argentina para qué carajo vino", "Vamos, vamos, Argentina". Italia también tenía cientos de seguidores en la cancha, pero no hizo sentir tanto.
Estados Unidos, con sus populares Alex Morgan y Megan Rapinoe, atrajo mucho público al estadio en el debut contra Vietnam, con victoria de 3 a 0 para las actuales bicampeonas. No solamente los estadounidenses sino todos los amantes del fútbol quisieron ver en vivo al USA Team y hubo 41.107 personas en la cancha.
La hinchada norteamericana, con la su mayoría de sus fans vestidos con gorros, bufandas, buzos, calzas con estrellas y camperas rojas, blancas y azules, fue la más numerosa en Auckland. Los vietnamitas, aunque no eran tantos, contrarrestaron con vinchas plateadas con el nombre de su país en rojo.
A ninguna hinchada le faltó accesorios, caras pintadas y banderas de sus países.
Una buena cantidad de fanáticos estadounidenses partieron hacia Wellington desde el aeropuerto, sin sacarse la indumentaria que los distingue.
España fue otro de los seleccionados que causó sensación en Auckland y por el que sus seguidores alucinaron. Con la vuelta de la gran Alexia Putellas y los goles de Jennifer Hermoso, el estadio y las calles de Auckland se llenaron de gente de La Roja la noche de la goleada 5-0 ante Zambia. En especial, niñas que querían ver de cerca a sus ídolas.
El Fan Festival, donde también se exhiben los partidos del Mundial en pantalla gigante, hay shows y juegos para toda la familia, y se vende el merchandising oficial de la Copa del Mundo de la FIFA, es otro de los puntos de Auckland que no se puede dejar de visitar en este mes mundialista. Queda en un lugar llamado The Cloud sobre el Viaducto Harbour, a metros de la famosa Sky Tower.
En frente está la estación central de tren, donde el transporte hacia el Eden Park es gratuito desde tres horas antes de los partidos y para volver de la cancha, por lo que se puede ver gente de todas las nacionalidades disfrutando de una ciudad con muchos espacios verdes.
En Auckland hay también una gran cantidad de autos, de alta gama en general, con el volante a la derecha como en Gran Bretaña, y por la ciudad se ven más monopatines eléctricos que bicicletas. El transporte público anuncia las paradas en maorí y en inglés. Se cena temprano, no más allá de las 7 de la tarde. Pero en este mes, el Mundial Femenino trastocó algunas costumbres de la vida cotidiana.
Con información de Télam