Los árbitros del fútbol argentino llevan casi cuatro meses con el sistema VAR en el campeonato y todavía se notan los condicionamientos ante cada llamado, aunque en las últimas fechas se vieron decisiones firmes como la de Darío Herrera en el partido entre Newell's y Racing, por la octava fecha de la LPF.
El árbitro tomó una determinación poco vista en estos meses, desde que el 31 de marzo se implementó por primera vez el VAR en el país: cuando lo llamaron por una plancha del defensor local Facundo Mansilla sobre el lateral chileno Eugenio Mena, de Racing, mantuvo su decisión.
Desde el VAR, ubicado en el predio de la AFA en Ezeiza, lo llamó Ariel Penel y la primera imagen que le colocó fue una foto de la patada, sin movimiento alguno y generando un condicionamiento sobre la posible revisión.
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Sin embargo, Herrera pidió que movieran la acción para observarla en velocidad real y no en una cámara lenta o una foto congelada, que muchas veces distorsiona la visión.
Luego de dos minutos y con varios futbolistas detrás reclamándole, Herrera mantuvo la tarjeta amarilla sobre el futbolista del conjunto rosarino, en un partido que terminó 0 a 0 y sin polémicas extras.
La otra confusión generada por el VAR este fin de semana, y en varias oportunidades más, pasó por la mano no sancionada en Banfield-San Lorenzo cuando Agustín Urzi pateó y le pegó en un brazo con claridad al flamante refuerzo "azulgrana" Gastón Campi.
"Cuando vi que reclamaron tanto, sinceramente empecé a rezar", declaró el defensor después del empate en uno, quien insólitamente -después de que el pelotazo le dio en su brazo derecho- se tiró al piso tomándose la cara.
Sin embargo, el árbitro Andrés Merlos no la vio en la acción y tampoco recibió el llamado del VAR, que en situaciones similares lo hizo para que se cobre la pena máxima.
Otra situación se dio en la victoria de Argentinos Juniors sobre Barracas Central, donde nunca le avisaron a Germán Delfino de la revisión de la dura falta del volante Carlos Arce (Barracas) sobre Fausto Vera, que era para expulsión; y luego cuando reiteró una falta -ya estaba amonestado- y que terminó en un penal a favor del "Bicho".
Como contrapartida, en ese mismo encuentro, resultó bien aplicado el VAR para la repetición del penal, luego del adelantamiento del arquero del "Guapo", Maximiliano Gagliardo.
Hasta el momento, el VAR tuvo actuaciones irregulares en el fútbol argentino, como también a nivel continental, pero lentamente los árbitros comenzaron a recuperar su autonomía y capacidad de decisión por encima de los pedidos que hacen desde las cabinas alejadas de las canchas.
Con información de Télam