(Por enviado especial) Lionel Messi resolvió con ese zurdazo cruzado con el que marcó el 1-0 parcial todos los problemas tácticos que tuvo el seleccionado argentino durante los 64 minutos previos al gol que abrió la victoria sobre México (2-0) por la segunda fecha del grupo C.
El capitán había hecho poco durante la primera hora del partido disputado en el estadio Lusail pero lo que Gerardo Martino había advertido en la previa: Aún sin estar en plenitud, Messi te puede resolver un partido. Y así pasó.
Lo que no estaba en el libreto era el gol de Enzo Fernández, quien entró en el segundo tiempo y además de darle juego al equipo, selló la victoria 2-0 con un golazo inolvidable.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
A los 21 años y en su quinto partido con el seleccionado, el jugador de Benfica, de Portugal, se ganó la titularidad para el último partido y definitorio contra Polonia.
Si el seleccionado está vivo en la Copa del Mundo es por el zurdazo cruzado que sacó a los 19 minutos del segundo tiempo que se metió tan pegado al palo izquierdo que el experimentado arquero Guillermo Ochoa nada pudo hacer.
Por fuera de ese mágico gol, el equipo de Lionel Scaloni mostró serios problemas tácticos y nuevamente cayó en la trampa de su rival.
México obligó a la Argentina a realizar movimientos tácticos en medio del partido que no estaban previstos desde el inicio.
La defensa empezó con Nicolás Otamendi y Lisandro Martínez como zagueros central y Gonzalo Montiel y Marcos Acuña como laterales.
Por la presión que ejercía México en la salida sobre Rodríguez y los marcadores de punta, Scaloni ordenó al volante central a meterse entre los centrales para iniciar desde allí la salida.
Con esta modificación, Lisandro Martínez partía prácticamente como un lateral por izquierda y Acuña quedaba como un extremo.
Del otro lado, Montiel estaba más contenido y le dejaba la banda libre para Di María.
Por el medio, De Paul, Messi y Mac Allister no tuvieron conexión y y cayeron fácilmente en la presión de los mediocampistas mexicanos.
El otro perjudicado fue nuevamente Lautaro Martínez que quedó entre los tres centrales de México alejado de todas las jugadas de ataque.
Encima, cuando el goleador de Inter, de Italia, se atrasó unos metros para pivotear por lo general perdió pelotas fáciles y no le dio aire a un equipo asfixiado.
La "Albiceleste" terminó el primer tiempo con un solo disparo directo al arco y fue con un tiro libre desde el costado derecho de Messi que encontró bien ubicado a Ochoa.
El segundo tiempo empezó con la misma sensación de ritmo cansino y pases entre los central y Guido Rodríguez.
No obstante, a los 12 minutos, Scaloni dispuso el ingreso de Enzo Fernández, quien aportó frescura a esa transición entre defensa y ataque.
El jugador de Benfica se paró unos metros más adelante que Guido y con algunos toques, movilidad y sentido de la ubicación para recuperar la pelota demostró que es un jugador con una proyección enorme.
Después del 1-0 de Messi, la Argentina se paró con cinco defensores con la entrada de Cristian Romero por Di María, tres mediocampistas con Palacios por Mac Allister y Julián Álvarez al lado de Messi.
La frutilla del postre fue el golazo de Enzo que, con el mismo desparpajo que tenía en los potreros de la localidad bonaerense de San Martín, se sacó a un defensor de encima y la colocó en el palo más lejano del "Memo" Ochoa.
De cara al decisivo encuentro contra Polonia, Scaloni ya tiene un problema menos porque el puesto de volante central parece tener dueño pero deberá resolver otros.
Lisandro Martínez o la vuelta de Cristian Romero para controlar el juego aéreo polaco y nuevamente surge la duda de los laterales que en los dos partidos mostraron un nivel parejo hacia abajo.
Por último y no por menos importante, la posición del volante interno por izquierda. Contra Arabia Saudita fue Alejandro "Papu" Gómez, hoy lo hizo Alexis Mac Allister y sobre el final entró Exequiel Palacios.
Con información de Télam