(Por Walter Vargas) En un contexto en el que el retiro de Lionel Andrés Messi -flamante ganador del premio The Best 2023- se avizora cercano y el francés Kylian Mbappé se perfila como el jugador más determinante del presente y de los próximos años, pero no por sus expresiones de genialidad, se vuelve un juego atrayente preguntarse si ya ha nacido el prestidigitador heredero del rosarino, a su vez heredero de Diego Armando Maradona, quien por su lado había recibido la varita mágica simbólica de manos de Pelé.
(Nobleza obliga: obviamos a La Saeta Rubia, Alfredo Di Stéfano, y al neerlandés Johan Cruyff, menos por menospreciarlos que por honrarlos con el sideral reinado en una categoría históricamente yerma o de infrecuentes cultores: la del todocampista. La del jugador capaz de recorrer los 105 metros por 70 con pasmosa facilidad y una caja de herramientas de lo más poblada).
Nótese que los tres supercracks referidos debutaron en Primera en plena adolescencia: Pelé a los 15 años, diez meses y 15 días; Maradona a diez días de cumplir los 16 y Messi a los 16 años, tres meses y 22 días.
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Y los tres, en el tránsito de los 17 a los 18 años, ya habían demostrado con creces que reunían virtudes fuera de catálogo.
Pelé ya había brillado en el Brasil ganador del Mundial de Suecia 58, Maradona deslumbraba en las canchas argentinas y Messi ya despuntaba en el Barsa como el compadre ideal de otro brasileño notable: Ronaldinho Gaúcho.
Vale decir, si el fútbol de élite tiene reservado un nuevo Mozart del balompié y asimismo, años más, años menos, se repitiera la frecuencia, el sucesor ya debería haber nacido o acaso esté por nacer.
Entre el nacimiento de Pelé y Maradona hubo veinte años de diferencia y entre el de Maradona y Messi hubo veintisiete.
¿Habrá un nuevo genio futbolero ya en actividad o incluso en Primera División?
A primera mirada, pareciera que no, a despecho de que en Brasil, por caso, más de cuatro sostienen que Endrick dispone de las mejores respuestas a las preguntas más difíciles.
De momento, el muchachito del Real Madrid, Felipe Moreira de Sousa (Taguatinga, 21 de julio de 2006), ya jugó 60 partidos en el Verdao, con 17 goles, una asistencia y unas cuantas apiladas que precipitaron al "Merengue" a poner una montañá de 70 milones de euros sobre la mesa.
Veremos hasta dónde evolucionan Endrick, el implacable goleador noruego del Manchester City Erling Haaland, a quien señalaban como favorito el pasado lunes en la gala de The Best, y también otras dos joyas registradas en el supermillonario plantel del Madrid.
En primera fila, el británico Jude Bellingham (Stourbridge, 29 de junio de 2003), de veloz y extraordinaria adaptación tras ser adquirido al Borussia Dortmund en 103 millones de la moneda europea.
Menos gambeteador que en el club alemán y en el Birmingham City de sus comienzos, puesto que el entrenador Carlo Ancelotti, italiano al fin, ha privilegiado una opción de pura eficiencia, Bellingham lleva 17 goles en 22 partidos en la Casa Blanca y será cuestión de ver hasta donde se consolida como delantero goleador y hasta dónde resurge su ADN de organizador lujoso.
Más joven que Bellingham, el turco Arda Guler (Ankara, 25 de febrero de 2005), recién dispone de un puñado de minutos en el coloso español, toda vez que a poco de llegar sufrió ni una ni dos, tres lesiones, que demoraron un debut que había generado singular expectación.
Desfachatado, de zurda estilográfica y asistidor de los del ojo de la cerradura, el techo del Guler es hoy imposible de entrever. Quién sabe Turquía no ha lanzado al ruedo un fuera de serie.
Barcelona, por su lado, saca pecho con los récords de precocidad que ha batido Lamine Yamal (Esplugas de Llobregrat, 13 de julio de 2007: padre nacido en Marruecos y madre nacida en Guinea Ecuatorial), pero, a riesgo de incurrir en una observación antipática, es dable observar que habría que hacer un exagerado ejercicio de imaginación para deducir que estamos en presencia de alguien capaz de sentarse en la mesa del Olimpo del Fútbol.
En cambio sabe más plausible acompañar las derivas Lamine en su potencial wing de elite, del mismo modo que ya son cosa comprobadas el incontenible ascenso del mencionado Mbappé y de Erling Haaland.
El francés de 25 años y el noruego de 23 ya han hecho más goles que cientos y cientos de buenos delanteros a lo largo de la historia: llevan 642 y contando.
Con información de Télam