Luis Rubiales continuará como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) al negarse hoy a renunciar a su cargo, pese al escándalo que protagonizó durante la celebración del título de campeón mundial femenino ganado por España, en la cual besó en los labios sin consentimiento a la jugadora Jennifer Hermoso.
El dirigente, de 46 años, descartó dimitir durante un discurso en el que calificó de "asesinato social" lo que se estaba haciendo contra él y definió el beso a Hermoso como "espontáneo, mutuo, eufórico y consentido".
"Fue espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, que esta es la clave de todas las críticas. Fue consentido, esta jugadora falló un penalti y yo tengo una gran relación con todas las jugadoras, hemos sido una familia durante más de un mes y tuvimos momentos cariñosos en esta concentración", aseguró durante su intervención.
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Rubiales, quien está al frente de la RFEF desde 2018, estalló señalando: "¿Creen ustedes que es motivo para sufrir la cacería que estoy sufriendo? ¿Es tan grave para que yo me vaya? ¡No voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir...!", entre los aplausos de los asambleistas presentes y entrenadores de lo equipos masculinos y femeninos Luis de la Fuente y Jorge Vilda.
Rubiales comenzó pidiendo perdón por agarrarse los genitales en la tribuna, al lado de la Reina Sofía y de la Infanta Leonor, en otra de las acciones desubicadas que mostró ante el mundo entero: "Quiero pedir perdón sin condiciones por los hechos que ocurrieron en el palco. En un momento de euforia en el que me agarré mis partes. Pero quiero mirar a Vilda. Perdí el control, miraste al palco y me dedicaste la victoria y te hice la señal de 'ole tus huevos'. Pido disculpas a la Casa Real, a la reina y a la infanta. Es un hecho poco edificante. Mi más sinceras disculpas. No me justifico".
Sobre el beso, Rubiales explicó que "el deseo que podía tener en ese beso era el mismo que el que podía tener dándole un beso a una de mis hijas. Por lo tanto, no hay deseo y no hay posición de dominio, aunque se esté vendiendo en los medios. Fue espontáneo, mutuo y eufórico. Y, sobre todo, consentido".
La explicación de Rubiales sobre el beso a Hermoso desató las críticas de la mayoría de las jugadoras campeonas del mundo, encabezadas por la dos veces Balón de Oro Alexia Putellas, y por funcionarios del Gobierno español. Inclusive el presidente Pedro Sánchez había considerado "insuficientes" y poco sinceras las disculpas públicas de Rubiales después de la premiación, aunque como muchos esperaba que presentara la renuncia.
La vicepresidenta tercera del Gobierno en funciones, Teresa Ribera, en declaraciones a los medios, calificó de "bravucona" la intervención de Rubiales ante la federación en la reunión extraordinaria y adelantó que harán todo lo posible para que Rubiales, quien enfrenta varias denuncias ante la Justicia y estamentos deportivos del país por violencia sexual, no continúe ocupando su cargo.
"Vamos a activar todo lo que esté en nuestra mano pues se ha suscitado una enorme alarma e indignación en la sociedad española y yo diría, en general, en los países occidentales", subrayó Ribera.
Otros miembros del Ejecutivo socialista en funciones, como la vicepresidenta primera, Yolanda Díaz, coincidieron en redes sociales en que son necesarias "medidas urgentes", pues tras su discurso "inaceptable" tiene que "dimitir ya y ahorrarnos el bochorno".
Fifpro, sindicato internacional de jugadores, volvió a pedir este viernes que se tomen "medidas disciplinarias inmediatas contra el presidente de la federación española, Luis Rubiales, tras su comportamiento en la final de la Copa Mundial Femenina de la FIFA".
"Acogemos con satisfacción la decisión de la decisión de la FIFA de abrir un caso de ética y las medidas adoptadas a nivel nacional en España", subrayó en redes sociales Fifpro, al tiempo que afirmó haber escrito "a la UEFA (organización de la que Rubiales es vicepresidente) solicitando que inicie un procedimiento disciplinario".
El organismo encargado de representar a los futbolistas profesionales afirmó: "Cualquier falta de acción por parte de las autoridades para abordar la conducta del Sr. Rubiales enviaría un mensaje completamente inaceptable y dañino a la industria del fútbol y a la sociedad en general".
Antes de consagrarse campeonas del Mundo, hubo 15 jugadoras que renunciaron a representar a España en reclamo de reformas en la RFEF y pidieron cambios como condición de volver al seleccionado.
Mientras Rubiales se sigue aferrando a su cargo, el vicepresidente de la RFEF Rafael del Amo renunció como presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino y consideró que Rubiales "debería haber presentado su dimisión" porque "ha metido la pata y cuando te equivocas hay que ser digno de salir".
Con información de Télam