El directorio de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) decidió no organizar la Copa del Mundo de fútbol Sub-17 que debía albergar entre el 10 de noviembre y 2 de diciembre próximos, porque el Gobierno destinará esos recursos para la reconstrucción luego de los desastres naturales ocurridos en las últimas semanas.
Según lo adelantó el sitio Depor, de Perú, las autoridades aseguran que este escenario crítico que está generando el desborde de los ríos va a continuar en los próximos meses de 2023 y eso afectará el normal desarrollo del Mundial.
Si bien aún no hay un comunicado oficial por parte del Gobierno de la presidenta Dina Boluarte, la FPF aguarda que la FIFA no lo sancione al renunciar a ser sede por una situación extraordinaria.
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El panorama ya se había complicado el año pasado cuando el presidente de la República de ese entonces, Pedro Castillo, redujo el presupuesto para la organización y quitó la sede a la ciudad de Chiclayo.
Además, nunca se iniciaron las tareas en los estadio de Tacna y Piura requeridas para ser sedes del Mundial Sub-17.
Sin esas obras, los únicos estadios disponibles son el Nacional de Lima y el 25 de noviembre, de la ciudad de Moquegua, y el Gobierno peruano prefiere no invertir dinero en el Mundial juvenil y destinarlo a reparar los daños causados por las devastadoras consecuencias que dejó la temporada de lluvias.
Con información de Télam