(Por Eduardo Martínez) Boca Juniors pasó de soñar en grande a reducir todo su presente a la mínima expresión en apenas un tiempo suplementario, pero nada menos que el de la final de la Libertadores, y entonces afloraron los errores del pasado mediato e inmediato para castigar a un equipo, otro cuerpo técnico saliente y, muy especialmente, a una dirigencia hasta ahora "intocable" que tiene a Jorge Ameal en el gobierno y a Juan Román Riquelme en el poder.
Por eso, ante la inminencia de las elecciones que se celebrarán el próximo 2 de diciembre, Riquelme se reunió con el plantel y, bien a su estilo, primero le dio una caricia al agradecerles "el gran esfuerzo de haber llevado a Boca a una nueva final de Libertadores", pero inmediatamente después llegó la cachetada: "pero en el torneo local la campaña da vergüenza".
Y siguió Román: "por eso ahora quedan tres finales de la Copa de la Liga que hay que ganar, más otras dos de Copa Argentina, y hay que ganarlas todas, porque no nos podemos permitir no clasificarnos a la Libertadores del año que viene".
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Esa arenga barra intimación fue, de paso, una ayuda para su mano derecha, el sempiterno acompañante suyo en el palco de la Bombonera, Mariano Herrón, que formó parte de los tres cuerpos técnicos que precedieron al renunciante Jorge Almirón, los de Miguel Russo, Sebastián Battaglia y el primer tramo de Hugo Ibarra. Fue un "observador" muy útil en esas gestiones.
Por eso cuando se fue el "Negro" Ibarra ejerció un breve interinato de tres partidos con un saldo muy equilibrado: un triunfo, un empate y una derrota.
Después llegó Almirón, que a diferencia de sus antecesores no alcanzó ningún título local, pero también en comparación con ellos, fue el único que llegó a una final de Copa Libertadores.
Esta mañana Herrón, que volvió a dirigir la reserva con la llegada de Almirón, perdió como local en esa categoría como local frente a Godoy Cruz, de Mendoza, por 1 a 0, presentando un equipo alternativo al habitual, ya que sus dirigidos están clasificados para la final del certamen cuya fase de grupos finalizará mañana y en la que enfrentarán a Vélez Sarsfield.
Pero lo más importante del día para él llegó por la tarde, ya que en su jornada de doble turno volvió a hacerse cargo de la primera división con la mira puesta en un primer objetivo a 48 horas nada más, que es el partido del miércoles frente a San Lorenzo, un grande con el que tiene una histórica estadística negativa, en el Nuevo Gasómetro, para cerrar esta duodécima y antepenúltima fecha de la Copa de la Liga.
Casualidad o no, Almirón debutó con derrota en ese mismo escenario al frente del equipo "xeneize" el 12 de abril pasado. Ahora, este será un partido bisagra (para San Lorenzo también) en pos de acceder a la Libertadores 2024.
Por Tabla Anual, Boca hoy está a seis puntos del último que está entrando a la Libertadores, con nueve por jugar (los "canallas" ya lo hicieron en esta fecha), por lo que por ese camino la dificultad es grande.
La otra vía es la Copa Argentina, donde dentro de 10 días se enfrentará en semifinales con Estudiantes de La Plata (la otra la disputarán San Lorenzo y Defensa y Justicia),
Las dificultades y los obstáculos son muchos e importantes, con una mancha más, que es la muy improbable clasificación a los cuartos de final de la actual Copa de la Liga, ya que se sitúa a siete unidades del cuarto de la zona B que está entrenado a esa instancia: Racing Club.
Y con una salvedad: entre uno y otro hay seis equipos más en el medio.
Algo parecido ocurre con la Tabla Anual, donde hay cuatro conjuntos entre Rosario Central, que está clasificando, y Boca.
No clasificarse para la Libertadores sería abortar el sueño de la séptima Copa para, por lo menos, hasta 2025, pero con las elecciones a la vuelta de la esquina, esa frustración podría hacer peligrar la continuidad de Riquelme en puestos directivos para el año, próximo.
Por eso hoy habló con la prensa, hizo una arenga muy abarcativa para jugadores e hinchas, y destacó los logros de su gestión.
Sostuvo que esperaba que Almirón "siguiera hasta el final de su contrato", que expiraba a fin de año, y remarcó que Herrón "seguirá hasta que termine la temporada". Hoy el zaguero paraguayo Bruno Valdez confesó a un medio de su país que en la final le pidió al ya ex director técnico auriazul "jugar de 9 en los últimos 10 minutos. Y me hizo caso", reveló.
Idas y vueltas, dimes y diretes, pero lo concreto es que Boca llegó a 12 finales de Libertadores y perdió seis, las últimas tres consecutivas. Errores del pasado que vuelven, martillan en el presente y oscurecen el futuro. Y ante eso, no hay (Edinson) Cavani ni ninguna otra contratación rimbombante que valga. Aunque como dijo hoy Román, el "xeneize" es el equipo "más grande de Sudamérica".
Con información de Télam
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