(Por Walter Vargas) Aunque en el fútbol nuestro de cada día no todos los gatos son pardos y por lo menos tres clubes de los grandes tradicionales pueden gozar de dinero para compensar el vacío de los que emigran, ya es un hecho contrastable y sin soluciones a la vista que la abismal diferencia de contratos que ofrecen las ligas europeas, las de los petrodólares, la de Brasil y la de México implica una notoria sangría en cada mercado de pases.
A una semana de haber terminado la Liga Profesional de Fútbol y cuando por caso en Europa quedan todavía más de tres semanas de puertas abiertas, hasta el 1 de septiembre inclusive, más de dos docenas de jugadores argentinos ya han hecho las valijas, Ezeiza, su ruta.
En ese contexto, que no es de ahora, pero sí ahora mismo, de un buen tiempo a esta parte, sienta sus reales sin interpelaciones a la vista, solo Boca, River y en cierta medida también Racing disponen de un margen de maniobra para reforzar sus planteles a despecho de las figuras que se marchan.
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(Baste con reponer que Boca se da el lujo de incorporar a una mega estrella como el delantero uruguayo Edinson Cavani).
Al modo de un juego periodístico/futbolero, exploramos la caja de nombres propios y extraemos un espléndido equipo desde el arquero al último delantero de punta que hoy defienden camisetas de otras latitudes.
Por saber:
Ezequiel Unsain (entrerriano, clase 1995, hoy en Necaxa de México): Arquero iniciado en Newell`s que maceró sus condiciones en Defensa y Justicia, donde jugó más de 200 partidos y destacó por su manejo del área, sus reflejos privilegiados y su determinación para ir en pos de pelotas de casi-gol.
Kevin Mac Allister (porteño, clase 1997, hoy en Unión Saint Gilloise de Bélgica): Lateral de evolución más lenta del clan Mac Allister, pero no menos virtuosa. Firme en la marca, aceptable en las proyecciones y dueño de un admirable sentido de la oportunidad en el desembarco sorpresivo al área adversaria. Lleva 14 goles en Primera.
Sergio Barreto (formoseño, clase 1999, hoy en Pachuca de México): Defensor áspero, expeditivo, que sin ser pulido en la salida con pelota al pie, tampoco es un negado. Creció de forma singular en el marco de un Independiente en caída libre. Se adapta con facilidad a una eventual línea de tres.
Federico Gattoni (porteño, clase 1999, hoy en Sevilla de España): Una de las joyas surgidas de las Divisiones Menores de San Lorenzo, donde destacó por un buen juego aéreo (mide 1,85m), noción de tiempo y distancia para los cruces y serenidad en el pase a sus mediocampistas.
Matías Germán Melluso (platense, clase 1998, hoy en el Pafos de Chipre): Acaso el menos conocido y a la vez uno de los que parece llamado a destacar en las grandes ligas. Se trata de un lateral izquierdo rápido, decidido y apto para llevar la pelota de área a área. Quedó libre de Gimnasia por un tema meramente contractual.
Ignacio Miramón (bonaerense de Bolívar, clase 2003, hoy en Lille de la Ligue 1 de Francia): Crack químicamente puro, también formado en las Inferiores de Gimnasia. Medio centro incansable, expansivo, con corte, quite, dos perfiles y voz de mando.
Alan Varela (bonaerense de Isidro Casanova, clase 2001, se despedirá mañana de Boca y seguirá su carrera en el Porto de Portugal): Medio centro surgido en las inferiores "Xeneizes". Igual de dinámico que de ordenado, con porte de batallador no exento del manejo suficiente en el juego al ras del pasto, en el pase medido y exacto.
Tomás Belmonte (bonaerense de Lanús, clase 1998, hoy en el Deportivo Toluca de México): Mediocampista útil para más de una posición, sea en los quehaceres de la contención, sea en el ida y vuelta y en la llegada al gol. En Lanús anotó 14. Apreciable margen de evolución a futuro.
Gino Infantino (santafecino de Rosario, clase 2003, hoy en Fiorentina de la Serie A de Italia): Volante creativo, todavía intermitente, pero con atributos de desarrollo promisorio. Gambeteador atrevido y un juego interior que ya es de bueno a muy bueno.
Alejo Véliz (santafecino de Bernardo de Irigoyen, clase 2003, hoy en Tottenham Hotspur de la Premier League de Inglaterra): Un 9 de área chica, cabeceador notable, rebotero, guapo y cumplidor en las paradas difíciles. Asoma como una figura de fuste y candidato a sumarse a la Selección Argentina campeona del mundo.
Mateo Retegui (bonaerense de San Fernando, clase 1999, hoy en Genoa de Italia y en la selección Azzurra): Se inició en Boca, tuvo rodaje en Estudiantes de La Plata y Talleres de Córdoba, pero en Tigre dio un extraordinario salto de calidad: 35 goles en 70 partidos y recursos de todos los colores. Por arriba y por abajo.
También son flamantes inmigrantes los defensores Tomás Avilés (chubutense de Río Gallegos, clase 2004, de Racing al Inter Miami de la MLS, el equipo del mismísimo Lionel Messi) y Lucas Merolla (porteño, clase 1995, de Huracán a Mazatán de México.
Los mediocampistas Facundo Farías (originario de la capital de Santa Fe, clase 2002, de Colón al Inter Miami); Tomás Muro (bonaerense de General Pinto, clase 2001, de Gimnasia al Orenburg de Rusia); Franco Baldasarra (porteño, clase 1998, de Platense a Panetolikos de Grecia); Gonzalo Abrego (mendocino, clase 2003, de Godoy Cruz a Sampdoria de Italia); Imanol Machuca (santafecino de Roldán, clase 2000, de Unión a Fortaleza de Brasil); Bruno Zapelli (cordobés de Villa Carlos Paz, clase 2002, de Belgrano a Athletico Paranaense de Brasil) y Julián Chicco (cordobés, clase 1998, de Colón a Leganés de España).
Los delanteros Luis Vázquez (santafecino, clase 2001, de Boca a Anderlecht de Bélgica); Julián Fernández (porteño, clase 2004, de Vélez Sársfield al New York City de MLS) y Pablo Vegetti (santafecino de Santo Domingo, clase 1998, de Belgrano de Córdoba a Vasco da Gama de Brasil).
A la hora de ser escritas estas líneas, trascendió que Lucas Beltrán (cordobés, clase 2001), es pretendido por Fiorentina, Benfica de Portugal y Friburgo de Alemania.
Con información de Télam