La enorme expectativa que generó en Mar del Plata la presentación del seleccionado argentino de básquetbol se puso en evidencia en las últimas horas, aun cuando diversas fuentes remarcan que "todavía hay entradas disponibles" para el encuentro de esta noche ante Bahamas, por las eliminatorias mundialistas rumbo a Japón Indonesia-Filipinas 2023.
Distintas fuentes consultadas por Télam no pudieron precisar "la cantidad de localidades que quedan" de las "500 a 1000 que se iban a poner a la venta" en el día previo al partido.
Durante la noche del sábado, la Confederación Argentina de Básquetbol (CAB) anunció que al día siguiente comenzaría el expendio de "un remanente de boletos", a través de la empresa Ticketek.
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Sin embargo, durante el domingo no se pudo constatar la real comercialización de esas localidades, a punto tal que la compañía designada adujo "no tener en conocimiento" la cantidad de entradas que debían venderse.
Independientemente de ello, desde el Ente Municipal de Deporte y Recreación (Emder) del Municipio se informó a Télam que, en el estacionamiento del Polideportivo Islas Malvinas, "se instalará una pantalla gigante para que puedan ver el partido aquellos hinchas que se quedaron sin entradas".
"Habrá también un patio de comidas y otras atracciones para que el público se sienta a gusto", agregó el portavoz consultado.
La enorme demanda que la presencia del seleccionado argentino originó en la ciudad balnearia tiene incidencia -tal vez- con los años de ausencia que lleva un equipo albiceleste en jugar en el estadio de Independencia y Juan B. Justo.
El anterior antecedente se remonta a un encuentro amistoso ante Uruguay en la temporada 2015, aunque -en forma oficial- la última muestra de empatía y fidelidad entre el público marplatense y el seleccionado se dio hace once años.
Por los días de septiembre de 2011, el combinado nacional albiceleste que en ese entonces dirigía Julio Lamas se adjudicó -no sin sufrimiento- el Preolímpico que otorgaba dos plazas para los Juegos de Londres 2012.
Eran tiempos en los que el aficionado basquetbolero enrojecían sus manos para aplaudir a Emanuel Ginóbili, Luis Scola, Andrés Nocioni, Fabricio Oberto, Juan Ignacio 'Pepe' Sánchez o Pablo Prigioni, todos integrantes de una Generación Dorada que ya no está.
Solamente Carlos Delfino quedó como "sobreviviente" de aquel equipo que obtuvo la medalla de oro, tras imponerse en la final a Brasil, por 80-75.
Con información de Télam
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