(Por Franco Córdoba, enviado especial).- Una de las zonas más pintorescas de Doha es la Pequeña Venecia, situada en el exclusivo archipiélago artificial de La Perla, con una construcción a imagen y semejanza de la ciudad italiana, símbolo del poder económico del país sede de la Copa del Mundo 2022.
Los 5.360 kilómetros que separan la capital qatarí de la icónica y tradicional ciudad italiana de los gondolieris y la Plaza San Marco parecen borrarse al recorrer las calles que bordean los canales.
El Quartier es la vía acuática que sobresale en el paisaje del lugar, rodeada del colorido de los edificios y llena de vida por el movimiento gastronómico y la presencia artística que la acompaña.
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Cafés, tiendas y restaurantes son parte del lugar, todo bajo la misma estética de la cultura italiana, aunque sin renunciar a las particularidades propias que suponen su ubicación dentro de una metrópolis árabe.
En el transcurso de la Copa del Mundo, los ventanales y balcones embellecen el lugar con banderas de todos los países participantes en la fiesta del fútbol.
Hombres y mujeres de diferentes nacionalidades, credos y edades circulan por la Pequeña Venecia como si accedieran por segundos en la mismísima Reina del Adriático.
Con el temprano atardecer, el paisaje cambia y los faroles y guirnaldas de luces coloridas brindan una postal acogedora para turistas, con una fiel recreación del ambiente italiano.
Pasadizos y callejones desembocan en veredas al costado de los canales y transportan a sus visitantes a il Campaniele o el Palazzo Ducale.
Jardines, explanadas y balcones; cocina local, italiana e internacional son parte de su variada oferta.
La Pequeña Venecia sobresale por sus formas y colores, y también por el romanticismo de proponer un viaje imaginario a una de las ciudades más icónicas del mundo.
Con información de Télam