A un puñado de días de cumplirse un siglo de la fundación simbólica del boxeo argentino (Luis Ángel Firpo versus Jack Dempsey en el Polo Grounds de Nueva York), tres prestigiosos especialistas como Ernesto Cherquis Bialo, Carlos Irusta y Diego Morilla salen a la palestra para ofrecer un libro de colección.
100 años de boxeo argentino en 12 combates legendarios se titula el magnífico trabajo con prólogo del escritor Enrique Medina (El de la novela Gatica, el Mono), publicado por la editorial Aguilar y presentado la última semana.
Cherquis Bialo (Montevideo, 1940), Irusta (Buenos Aires, 1948) y Morilla (Rosario, 1969), llevan décadas y décadas en el oficio de analizar los modos de dos hombres de torso desnudo y manos enguantadas, con una atesorada experiencia en las grandes veladas.
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Salvo la mítica patriada de Firpo (El Toro Salvaje de las Pampas) el 14 de septiembre de 1923 y la extraordinaria actuación del santafecino Marcos Chino Maidana frente a Floyd Mayweather el 3 de mayo de 2014 en Las Vegas, más otra consabida guapeada (la de Oscar Ringo Bonavena con Muhammad Alí el 7 de diciembre de 1970 en el Madison Square Garden) y la exhibición de Nicolino Locche a expensas del hawaiano Paul Fuji (10 de diciembre de 1968 en Tokio), la lista es necesariamente arbitraria, pero no menos atinada y atrayente.
* Justo Suárez-Julio Mocoroa: uno de los pleitos más esperados de los albores del boxeo profesional en la Argentina. Dos notables peso liviano. El Torito de Mataderos y el estilista platense Julio Mocoroa.
* Pascual Pérez-Yoshio Shirai: jornada gloriosa del boxeo nacional. En la lejana Tokio, el mosca mendocino Pascual Pérez venció por puntos al nipón y trajo al país la primera corona del mundo.
* José María Gatica-Alfredo Prada: el clásico de los clásicos. Dos livianos que separaron las aguas de las pasiones, de las devociones y de las repulsas.
* Víctor Galíndez-Richie Kates: propia de un guion de Hollywood. Bañado en sangre, el bravo medio pesado bonaerense emergió del Infierno y en el round 15 noqueó al estadounidense en Johannesburgo. (Ese mismo día, Bonavena era asesinado en Reno, Nevada).
* Carlos Monzón-Rodrigo Valdez: última función del más grande campeón del mundo nacido en la Argentina. En Montecarlo, el santafesino rey de los medianos fue derribado por un áspero peleador colombiano, pero a los 35 años y con 13 años sin sufrir derrotas, inclinó la balanza y se despidió con todos los honores.
* Jorge Castro-John David Jackson: el propio santacruceño la calificó como la segunda mano de Dios. Había recibido una soberana tunda y perdido las ocho vueltas, su rostro estaba tumefacto y en el noveno sacó un cruzado zurdo de la galera y consumó la epopeya en Monterrey.
* Marcela Acuña-Christy Martin: derivada de las artes marciales, hace 26 años la formoseña apodada Tigresa se atrevió a dirimir con una arrolladora campeona mundial, resistió y en ese resistir fundó el boxeo argentino practicado por mujeres. Fue en Pompano Beach.
* Sergio Martínez-Julio César Chávez Jr: el triunfo más resonante del mejor boxeador argentino del siglo XXI. En septiembre de 2012, en Las Vegas, el Maravilla quilmeño superó con holgura al azteca y en el último asalto sobrellevó una caída que añadió dramatismo a su defensa del campeonato mundial mediano.
Con información de Télam