El plantel de Boca volvió esta mañana a los entrenamientos para dar el comienzo a un ciclo de 35 días que pueden hacerle sumar al escudo "xeneize" tres estrellas: la Liga Profesional, la Copa Argentina y la Copa de los Campeones.
En el predio de Ezeiza, después de vencer anoche trabajosamente a Vélez por 1 a 0 y quedar como único líder de la Liga Profesional con una racha de 13 partidos sin perder, jugadores y cuerpo técnico arrancaron otra semana de trabajo.
En el horizonte, aparece la búsqueda de tres nuevos títulos: quedan 5 encuentros por la Liga Profesional, dos por la Copa Argentina y la final entre los dos campeones de la temporada 2022.
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El fixture dice que el próximo jueves Boca visitará en el Bosque platense a Gimnasia, en uno de los encuentros más difíciles que le quedan en el torneo.
Después recibirá el domingo a Aldosivi, para viajar el miércoles 12 hacia Junín para jugar ante Sarmiento; luego a Rosario para enfrentar a Newell's el domingo 16; y cerrar el 23 en la Bombonera ante Independiente.
En el medio habrá una semifinal de la Copa Argentina ante Patronato en lugar y fecha por designar, y en caso de pasarla tendrá que jugar la instancia definitiva en la semana posterior al cierre de la Liga.
Por último, como campeón de última Copa de la LPF, en la primera semana de noviembre jugará la final de la Copa de Campeones con el ganador de la Liga. En caso de lograr Boca los dos títulos, habrá un partido entre los dos subcampeones para decidir quien juega ante los "xeneizes".
Un panorama con poco tiempo de recuperación en lo físico pero un camino que puede recorrer con éxito y lograr el importante premio de haber conseguido todos los torneos de esta temporada.
Lejos quedó en el "mundo Boca" aquella dura derrota en Paraná ante Patronato por 3 a 0 el 31 de julio pasado, que quizás fue el quiebre para un plantel que venía golpeado después de quedar eliminado por penales ante Corinthians en la Copa Libertadores. Y enseguida, el despido del técnico Sebastian Battaglia y la salida del capitán Carlos Izquierdoz, un referente adentro y afuera de la cancha.
Ahora el presente para el grupo y para el entrenador Hugo Ibarra es muy diferente, basado en el surgimiento de algunos juveniles como Luca Langoni, Gabriel "Pola" Aranda, Maximiliano Zalazar, Gonzalo "Toro" Morales y el ayer debutante Simón Rivero, junto al nivel del arquero Agustín Rossi -clave en la estructura defensiva-, la vuelta al gol de Darío Benedetto y la consolidación del mediocampista Alan Varela.
Pero quizás el mérito más importante y silencioso del cuerpo técnico, al que hay que incluir a Juan Román Riquelme como vicepresidente segundo encargado del fútbol y los integrantes del consejo, es la de unir de nuevo al plantel con los entrenadores y la dirigencia, base principal para poder obtener éxitos.
Mucho tiene que ver el ya famoso asado de los viernes, en donde se juntan todos para hablar, contar sus temas y sus historias.
El gol del "Toro" Morales contra Vélez fue gritado con todo por "Pipa" Benedetto desde el banco, aunque hubiese salido para que ingrese Vázquez; o el gesto del capitán Marcos Rojo también como suplente en Mendoza ante Godoy Cruz, saltando con los pibes para festejar la victoria, son el reflejo de esta unión y sentido de pertenencia.
"Sirve para unir, que estemos todos juntos charlando y almorzando, quizás hasta de cosas que no son de fútbol. También estás más cerca del consejo. Si bien ellos están todos los días con nosotros, están en otro rol o en la oficina", dijo hace unas semanas Rojo ante una pregunta de Télam.
En este contexto, aunque faltan 35 días y todo puede pasar, Hugo Ibarra va ganando de a poco su espacio para poder ser el técnico en la temporada 2023.
"Falta todavía, esto es día a día. Boca es mi vida, yo soy fanático de este club. El hincha es mi jurado y el de los jugadores, nunca dejan de alentar y cuando se necesita están ellos. Gracias por apoyar", dijo el DT anoche en la rueda de prensa.
El ex marcador de punta derecha, ganador de 4 Copas Libertadores, llegó anoche a 11 triunfos en 17 partidos. También cosechó tres empates y tres derrotas. Tiene un porcentaje de 72% de efectividad y de esta manera es -hasta ahora- el entrenador de Boca con mayor porcentaje de efectividad de la historia.
Para Ibarra, surgido como jugador en Colón de Santa Fe, también éste será un mes clave, mientras Juan Román Riquelme observa en silencio a su "elegido" cuando se fue Battaglia y piensa posiblemente esta semana dar un paso hacia adelante para tratar de llegar a un acuerdo con el arquero Rossi, uno de los artífices de este presente.
En la novedad saliente de esta mañana, donde los que jugaron ayer hicieron los lógicos ejercicios de regeneración, fue que Nicolás Figal y Rojo dejaron kinesiología y empezaron a trabajar diferenciado en el campo de juego. Se verá si podrán estar en La Plata ante el "Lobo", o si lo harán recién el fin de semana ante Aldosivi en La Boca.
El otro que está en proceso de recuperación es el volante Juan Ramírez, con un fuerte dolor en su tobillo izquierdo que le esta llevando más tiempo de recuperación del esperado.
Boca, puntero del campeonato con 42 unidades, visitará el jueves a Gimnasia (37) desde las 21.30, por la 23ra. fecha de la Liga Profesional de Fútbol.
Con información de Télam