Belgrano de Córdoba está nuevamente en Primera División, tras poco más de tres años del último descenso que sufrió en 2019, momento en el que cambió su estructura institucional con la asunción de Luis Artime como presidente que lo encaminó a meterse otra vez en el fútbol grande de la Argentina con la identidad de Guillermo Farré como DT.
Ese andar del Luifa como titular de la entidad de barrio Alberdi a principios del año pasado le dieron otro aire al Celeste. La llegada de Farré en mayo de 2021 y un plantel competitivo le permitieron desandar un torneo prácticamente sin fisuras y comandar la tabla desde el inicio.
La regularidad y la buena tarea defensiva fueron los pilares de la campaña de Belgrano, que encaró cada encuentro como una final y ganó esos partidos claves que lo fueron llevando a lo más alto y que le permitieron tomar una ventaja de consideración con sus más cercanos perseguidores.
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En su llegada al club, Farré dijo me dejo movilizar por las cosas que siento. Sentía que tenía que estar acá, y agradeció volver a ser parte de la entidad que logró el histórico ascenso de 2011 cuando superó a River en la Promoción y lo mandó a la B Nacional.
Farré había sido clave para el Belgrano de Ricardo Zielinski que consiguió ese histórico ascenso, logrando el tanto que le dio el empate al 'celeste' en aquella tarde de junio en el Monumental.
El discurso se mantuvo desde que asumió el cargo hasta mismo consumado el ascenso, apostando a un juego intenso, con futbolistas comprometidos por el objetivo y con la mentalidad de ganar cada partido de la manera que fuera, ya que las circunstancias se dieron en que el equipo no sea el más vistoso en algunas fechas.
Sin embargo, ese andar ganador enamoró a los hinchas, que ratificaron su fidelidad acompañando al equipo en cada partido que jugó de local, como así también en las oportunidades que pudieron viajar para alentar de visitante, o en la misma Copa Argentina, competencia en la que en un par de oportunidades se movilizaron más de 25.000 hinchas.
El objetico de lograr el ascenso a Primera estaba tan claro que cada encuentro que tuvo que disputar por la Copa Argentina eligió poner una formación alternativa, y hasta logró bajar a dos equipos de la LPF como Platense y Estudiantes de La Plata, aunque finalmente cayó por penales ante Godoy Cruz en octavos de final.
Farré llegó cuando promediaba el torneo de Primera Nacional pasado, no logró encontrar un buen rendimiento y quedó en la sexta colocación de la Zona A, aunque nunca se puso en duda su continuidad. El club apostó al trabajo a largo plazo, el que finalmente dio sus frutos en el ascenso que llegó un año y cuatro meses más tarde
En ese tiempo de trabajo que tuvo entre torneo y torneo, Farré logró amalgamar un plantel competitivo, con jugadores que estaban desde antes y algunos otros que llegaron para reforzar posiciones claves, aunque respetó titularidad de futbolistas que arrastraban buenos rendimientos, como el arquero Nahuel Losada, que permaneció en el puesto a pesar de la llegada de Manuel Vicentini.
Arribaron al plantel nombres fundamentales, de experiencia y en buenos momentos futbolísticos para darle al equipo en cancha esa madurez para sacar adelante partidos que no se presentaron favorables en cuanto al juego.
Ariel Rojas, Fabián Bordagaray, Diego Novaretti, que dejaron equipos de Primera División y ofertas para seguir en la máxima categoría, o el mismo goleador Vegetti, que apostó a quedarse en el club para lograr el objetivo, fueron fundamentales para acoplarse a un grupo de futbolistas no tan experimentados, pero con las virtudes para adaptarse y jugar como el DT lo pedía.
Incluso manteniendo una buena ventaja de puntos sobre sus seguidores, el juego no conformó en muchos partidos a los hinchas, aunque los resultados mandan y ese estilo poco vistoso pero efectivo resultó un pilar fundamental para que los simpatizantes crean en el proceso, en Farré y en los jugadores.
Ya entre los directivos, que confiaban en este desenlace victorioso, se comenzó a especular hace un par de meses en la posibilidad de reformar los palcos y el sector de prensa del Gigante de Alberdi
Eso habla a las claras del predominio que mantuvo el Pirata en torneo de ascenso, en el que dominó la tabla de principio a fin, y que hasta dio la posibilidad a los directivos de poder programar, con tiempo, obras de infraestructura para cuando el equipo volviera a estar en los mejores del fútbol argentino.
Por eso, el ascenso obtenido hoy es el resumen de un año y medio de trabajo dirigencial y deportivo que dio sus frutos, el acompañamiento fiel e incondicional del público, y la convicción de un cuerpo técnico junto a jugadores comprometidos por un objetivo bien claro: el regreso a Primera.
Con información de Télam